Situación sentimental actual “mágica”: nada por aquí, nada por allá

¿Qué se hace cuando te han vuelto a romper el corazón por enésima vez? ¿Sabéis cuántas roturas más puede aguantar un corazón como máximo antes de perder su función de amar? Esas son algunas de las preguntas que me estoy haciendo estos días después de que ese chico tan “especial» con el que estaba saliendo, me dijese que no me quería y que prefería que dejásemos de estar en contacto.

Os cuento qué pasó:

¿Os acordáis del chico noruego con el que quedé para San Valentín (http://roseapelton.com/san-valentin-is-coming-again/)? Pues bien, como lo veía tan especial, siguiendo vuestros consejos, decidí apostar por conocerlo más y dejarme llevar por mis sentimientos, y desde aquel día hemos ido saliendo e intimando para ir entendiéndonos mejor. Sí, digo entendiéndonos, porque, como os comenté, sólo hablaba noruego y su inglés y español era escasito, pero, aunque, parezca mentira, nos comunicábamos muy bien… sobre todo en los momentos más íntimos… Y es que era ahí donde sacaba ese vikingo que llevaba dentro y se volvía, literalmente, “explosivo” como nunca antes alguien lo había sido conmigo… Así que me tenía atrapada entre sus “encantos” y los míos… y desde San Valentín no he tenido tiempo nada más que para trabajar y para estar con él… De ahí la intensidad de la relación… y la razón de que no me haya comunicado con vosotr@s estos meses.

Pero hace unas semanas, él se tuvo que ir a trabajar a Siberia (no sé si os conté que era científico y estaba llevando a cabo una investigación para explorar los bajos marinos… y, ahora que lo pienso, de ahí la destreza que tenía para tomarse su tiempo explorando conmigo… jajajaja).
En una de las fotos que me envió mientras estaba de viaje vi a una chica entre el grupo que estaba muy cerquita de él y, al preguntarle por Whatsapp que quién era, me dijo que se trataba de una de sus ex-parejas… En ese momento, sentí cómo se me hacía un nudo en el estómago y le pregunté que porqué no me lo había dicho antes de irse…  A lo que él me respondió que no tenía porqué darme explicaciones, porque él practicaba el «amor libre», algo así – creí entender – como mantener relaciones con las personas que, en cada momento, desease. Me dijo que yo le gustaba mucho pero no tanto como para renunciar a eso, a su libertad… y ahí fue cuando mi maravilloso mundo con él empezó a desintegrarse…

¿sabéis de la sensación cuando crees que te han puesto una cámara oculta?

Pues así me sentí yo…

No veáis cómo empecé a visualizar a mis anteriores parejas como si se tratara del resumen previo de una telenovela, en la que aparece “En capítulos anteriores…” y termina con un “What the Fuck is happening?” (vamos, lo que en español es ¿pero qué coño está pasando en tu vida, Rose Apelton?

Los que me conocéis un poquito sabéis que yo paso de compartir cama y parejas, que ya bastante tengo con apañarme con uno sólo, y que al hombre que esté conmigo le exijo que firme “cláusula de exclusividad” durante el tiempo que estemos juntos… Pero en estas circunstancias, la de dudas que se me generaron al escucharle decir lo de “amor libre” de su boca con ese acento noruego-español tan bien pronunciado…
Sobre todo tenía pánico a perderle, ese miedo irracional que te entra al pensar que si le dices lo que piensas, nunca más lo vas a volver a ver (ni a sentir)… esa sensación extremadamente dura de saber que si hablas, vuelves a quedarte sola solita sola de nuevo… ese miedo a pensar que lo vas a perder cuando ni siquiera ha tenido tiempo de conocerte bien.

Pero al final recordé lo que mi abuelita siempre decía:

“Rose, cuando alguien se aleja, es porque no es para ti…

porque – según decía ella-

Así que, aun a riesgo de perderle, me armé de valor y se lo dije…

Le pedí que me diese su palabra de que no iba a liarse con su ex, a lo que él me respondió que lo que le estaba pidiendo era imposible, sobre todo porque él no sentía por mí algo tan especial como para cambiar eso y que creía que nunca iba a sentirlo conmigo, así que –sentenció- lo mejor era cortar toda comunicación y dejar que cada uno continuase con su vida…Y así fue… Ahí fue cuando me dí cuenta de que él me bloqueó en todas sus redes sociales y en Whatsapp, dándome cuenta de que lo nuestro fue para él, simplemente, una aventura con una española durante unos meses en los que le vino bien conocer un poco más de las costumbres españolas y aprender algo del idioma… pero nada más… Y  yo lo entiendo perfectamente y le agradezco todo lo maravilloso que he experimentado con él, pero 

¿qué se hace con todos los sentimientos que se me habían ido despertando hacia él?

Porque enamorada no estaba, pero sí empezaba a sentir un cariño bonito hacia él, hacia su alma… algo especial que, según mi percepción, prometía… Y no veáis las ganas de volver a sentir sus besos, sus abrazos… aunque sea sólo a modo de despedida… porque cuando le dije adiós antes de partir a su viaje de regreso, nunca habría podido imaginarme que era un adiós definitivo (sólo de escribirlo mientras os lo cuento me da una sensación de vértigo increíble… ainssss)…

Pero lo cierto es que ahí se quedó todo, en una despedida virtual y en un amor que no sé si fue real o no… Lo que sí es cierto es que esto me ha demostrado una vez más que lo que yo percibo y lo que ellos sienten es radicalmente distinto… Y no sé ya que hacer para no caer de nuevo en el mismo error… Uggggrrrrrr…

Así que aquí estoy, por enésima vez en mis 43 años, digiriendo el enésimo “Es que yo nunca podré quererte para algo distinto de una aventura” y un “Tú no eres tan importante para mí y creo que nunca lo serás”, y tratando de descubrir qué hacer para dejar de fijarme en hombres con miedo a comprometerse dándote su palabra de que mientras estén contigo, conociéndote, no van a intentarlo con nadie más, o si es que existe un virus mundialmente extendido que provoca síntomas tales como bloqueo mental a la hora de hablar de la palabra futuro, diarrea cuando se pronuncia la palabra “compromiso”, tartamudez para explicar lo que significa lealtad, y amnesia cuando se trata de recordar los buenos momentos pasados y de guardar el debido respeto a la persona con la que estás intimando ….

No sé si soy la única a la que le pasan estas cosas o es algo «normal»… Lo que sí sé es que:  «A Dios pongo por testigo que seguiré intentándolo hasta llegar a encontrar a ese hombre de mi vida… porque – como siempre digo yo-

SUCEDERÁS…. LO SÉ

¿Os ha pasado algo parecido a vosotr@s? ¿Qué me aconsejáis que haga para liberarme de esa sensación de ser poca cosa para los hombres, poco merecedora de su amor? ¿Qué se puede hacer para conocer a hombres a los que no les dé miedo conocerte más a fondo y a los que no les entre amnesia cuando les sacas el tema de conoceros más en “exclusiva”? ¿Qué creéis que es realmente lo que temen cuando les sacas el tema del “compromiso»: es algo real o inventado como excusa perfecta para salir huyendo cuando la situación no les gusta? ¿Por qué reaccionan bloqueándote en sus redes sociales como si no hubieses formado parte de su vida nunca?

Siempre se puede volver a empezar

 

Ni el bikini ha sobrevivido a la operación, ni el yogurín al verano… pero

Siempre se puede volver a empezar… ¿verdad?

Y así entre las vacaciones y la vuelta al trabajo estoy tratando de reponerme psicológicamente, intentando asimilar todo lo que ha pasado en el último mes y medio y poder traducirlo en palabras para contároslo…. Porque otra cosa no, pero

surrealismo hay mucho suelto por ahí

aunque lo mejor de todo es que una cuenta con amigas que están ahí siempre que lo necesitas y te ayudan a reponerte con su apoyo incondicional…  

Así que ahí estábamos Marguerite, Blanche, Tiffany, Dorothy y yo sentadas alrededor mío mientras trataban de despegarme del sofá en el que me había instalado desde mi último desengaño amoroso con el yogurín, intentando convencerme de que lo mejor para “reponerme” de mi estado de “fracasada sentimental” era que me diese algo de aire fresco y, de paso, ir a cenar… Después de varios intentos, cansada ya de llorar y con los ojos de sapo que se le quedan a una después de haberse pasado llorando los últimos días – mezcla de la decepción sentimental y el trastorno hormonal que le provoca a una la regla – decidí aceptar su propuesta –no por salir, no, sino porque sabía que a insistentes no les gana nadie y que, de no hacerles caso, iba a tenerlas allí hasta que dijese que sí -. Conforme estaba pronunciando “venga, os hago caso”, ya tenía a Tiffany con las brochas preparada para maquillarme y taparme esas ojeras de oso panda y los ojos vidriosos de pez globo que me había ocasionado la llantina persistente tipo “manantial” que se había instalado en mi ser desde que lo del yogurín se acabase…

Y es que más que maquillaje, en ese momento lo que necesitaba era un doble que saliese a la calle por mí

Así que me dejé maquillar por Tiffany, peinar por Blanche y vestir por Marguerite, mientras Dorothy nos preparaba un cocktail para poder brindar antes de salir de casa por esa juerguecilla que nos íbamos a pegar esa misma noche…Y es que, como decían ellas,  

Así que ahí estábamos las cinco amigas preparadas para comernos la noche, dirigiéndonos hacia un restaurante para cenar algo, donde, nada más abrir la puerta y entrar, me encontré de frente con la realidad:

ahí estaba el yogurín sentado al lado de una chica comiéndose a besos y súper acaramelados…

Fue ahí, en ese preciso instante, cuando me dieron ganas de echar a correr y no parar…  

pero, siguiendo el consejo de mis amigas, decidimos cambiar de plan, dar media vuelta e ir a otro restaurante que -según ellas- acababan de abrir y estaba de moda… Y allí nos plantamos las cinco, mientras esperábamos a que nos diesen mesa, tomándonos unas cervecitas en la barra… que empezaron a hacer en mí ese efecto que sólo el alcohol te hace sentir… interesante y sexy

Y es que ese día el amor podía esperar, pero las cervezas no, ¡que se calentaban!

He de deciros que con el disgusto monumental que tenía se me había cerrado el estómago y no había comido nada más en todo el día…. Por lo que no me hizo falta beber mucho más para sentirme así…pero también sacó mi característica “risa floja” ….aggggggg  

Para celebrar que habíamos conseguido mesa, pedimos una botella de vino… sin ser conscientes de lo peligroso que es mezclar… Pero de eso me dí cuenta ya tarde, cuando sentí ganas de ir al baño y, al tratar de levantarme de la silla, empecé a notar un ligero movimiento modo barco en todo lo que había a mi alrededor… así que puse mi sonrisa, traté de poner la pose más natural que era capaz y empecé a caminar hacia el aseo, con la sensación de andar como si me encontrase dentro del Titanic en plena tormenta perfecta antes de hundirse… Una vez llegué me uní a la cola que había en el baño de chicas para entrar….

¿Alguien me puede explicar por qué siempre hay cola en el baño de chicas? ¿Y por qué tenemos la costumbre de entrar de dos en dos?

Y mientras espera a entrar, empecé a sentir nostalgia y a echar de menos al malo-malote (http://roseapelton.com/imposible-resistirse-a-los-chicos-malos-malotes/), así que, ni corta ni perezosa, saqué el móvil del bolso y le mandé un mensaje:

“Hoy es uno de esos días en los que me hace falta un abrazo tuyo…”

 

 


Con tanta tecnología y aún nadie ha inventado un teléfono tan inteligente como para que cuando vas con dos copas de más, sea capaz de decirte: “Los sentimos. Opción de llamar y de enviar mensajes bloqueadas hasta que se te bajen los efectos del alcohol”


Y ahí estaba yo, de pie en la cola del baño mirando a la pantallita de mi móvil mientras la pantalla me miraba a mí, esperando a recibir una respuesta, cuando me tocó el turno de entrar cuando me di cuenta que debía de salirse el agua y estaba todo el suelo inundado y sin un sitio donde colgar el bolso… así que, con el bolso colgado de mi hombro derecho, las patas de los pantalones remangadas (para que no tocasen el suelo), y los pantalones bajados, tuve que ponerme a hacer pis tratando de mantener el equilibrio por partida triple: el del bolso que se deslizaba del hombro, el de los pantalones que se me escurrían hacia el suelo y el mío personal… Cuando parecía que lo tenía todo bajo control, de golpe sonó el móvil indicando que tenía un mensaje de Whatsapp nuevo, pero en ese preciso momento se apagó la luz…  

Yo, que quería terminar rápido para poder leer el mensaje, intenté tantear las paredes en busca del papel higiénico, mientras hacía movimientos calculados milimétricamente para sostener los pantalones con una mano, el bolso en el aire y levantaba el otro brazo hacia arriba como si fuera la reina madre saludando a la multitud, tratando de que con el movimiento se encendiese de nuevo la luz… pero nada… ese sensor no me reconoció hasta que me incorporé, me recompuse y salí como pude de ese pantanal en el que se había convertido el baño… El mensaje que me había mandado el malo-malote era:

“Me encantaría poder darte ese abrazo… pero estoy fuera de viaje hasta dentro de una semana…. A la vuelta te aviso y te recompensaré como sólo tú lo mereces”

Y con un tremendo suspiro me dispuse a sentarme de nuevo en la mesa con mis amigas…. Del restaurante fuimos a un bar a tomarnos una copa… Ya contentas de más las cinco amigas, entramos como si fuésemos las protagonistas de “Sexo en Nueva York”, con ese glamour aparente que dos cervezas y una botella de vino te dan… Tiffany pidió unos gin tonics para todas mientras las demás empezamos a bailar al ritmo de la música….cuando, de repente, vemos que un chico se acerca a Marguerite y se le presenta diciéndole:

“Hola guapa, yo soy Arturo y acabo de enamorarme de ti… así que te agradecería que me dieras tu teléfono que tú y yo nos vamos a ver mucho a partir de ahora”


Al principio empezamos todas a reírnos a carcajadas, pero fuimos dejando de reírnos conforme vimos que la cara de Marguerite era también de “flechazo” por el chico….. Pero yo, fue escuchar eso y no pude contener las lágrimas… no sabía si reír o llorar… porque no hay cosa que te desmonte más que ver a otra persona en plan romántico con una amiga tuya, mientras tú estás con el corazón roto.

¿Os ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Me podéis dar algún consejo para salir de este bache sentimental? ¿Qué hago si me llama el malo-malote de nuevo?

¡¡S.O.S.!! ¡Necesito vuestros consejos!!

¿La edad es importante para esto del amor?

Después de http://roseapelton.com/sacar-a-pasear-al-perro-es-una-forma-de-ligar/ y siguiendo vuestros consejos que, por mayoría aplastante, me decían que tenía que llamarlo después de decirme:

“Rose, creo que me gustas, ¿podemos quedar el sábado para comer y conocernos un poco más?”


Decidí respirar hondo y llamarle…. El teléfono empezó a sonar y mi corazón a retumbar en mi pecho… pero nadie respondió al otro lado, así que colgué… con el deseo de que en cuanto viera mi llamada iba a contactar conmigo, pero nada ocurrió….😞 A la mañana siguiente, nada más levantarme, en cuanto miré la pantallita del móvil, ¿sabéis lo que tenía?

¡¡UN MENSAJE DE WHATSAPP SUYO!!

¡¡Sí, como lo estáis leyendo!!! ¡¡casi me da un paparajote cuando vi su nombre en la pantallita!! Pero pensé, ¡cuidado Rose, que sin gafas las letras se te mezclan y puede ser que no sea él!! Así que, respiré hondo, me coloqué las gafas y comprobé que, efectivamente, el mensaje era suyo y que me decía que había estado de cena de cumpleaños con unos amigos y no había podido atender mi llamada, pero que si seguía en pie lo de comer el sábado, pasaba a recogerme a la hora que yo le dijese…  

Wowwww….. y requetewowwww…..del subidón que me dio leer eso, empecé a saltar por toda la casa y a gritar ¡Olé ahí por ti Rose, eres una diosa de la seducción!! ¡¡has debido de causarle buena impresión a ese chico tan guapo y tan joven que quiere conocerte mejor!! Pero algo me paró de golpe… mi dedo meñique encontró, cual aspirador de esos que van por toda la casa solos, la pata del sofá…

Ese subidón de alegría y el golpe en el dedo del pie me vinieron genial para poder dejar pasar el  tiempo prudencial que, en todas las revistas aconsejan que tiene que transcurrir desde que una recibe un mensaje de un chico… así que, emocionada y con la libido por las nubes, me senté de nuevo en el sofá y puse el móvil en modo avión, para evitar dos cosas:

  • Una, que si en ese momento está conectado, no me vea en estado “escribiendo” durante horas… -he de reconocer que soy de las que escribe y borra… lee lo escrito, no me convence lo que he escrito y vuelvo a borrar…-
  • Y otra, para que no me dé un arrebato de esos y le escriba una respuesta demasiado entregada al amor, cuando apenas conozco al susodicho… de la que luego me arrepienta porque lo haya espantado –y con razón 😉😉
  •  
Y es que no sé si os pasa a vosotr@s, pero, como os comentaba en http://roseapelton.com/menos-mensajes-de-whatsapp-y-mas-visitas-inesperadas/, me cuesta horrores responder con un simple sí/no o con un icono…

Es ver un mensaje de alguien que me gusta y me entran unas ganas irrefrenables de teclear y teclear palabras… hasta que me lío y la lío….


Pero lo dicho, voy al grano -¿veis lo que me pasa con esto de escribir?… jajajaja- Después de mucho pensar qué le ponía, le respondí:

“Me parece una idea genial!! Así nos podemos conocer un poco más”


Y tras varios mensajes de ida y vuelta, dejamos todo organizado para el sábado. Y llegó el día… Después de que mis amigas me aconsejasen qué ponerme y de conseguir estar preparada a tiempo, bajé en cuanto me dijo que había llegado y, casi me da algo cuando vi que venía a recogerme en moto!! Y yo que me había puesto un vestido monísimo ajustadito pero informal y me había pasado las planchas por la melena para eliminar ese efecto encrespamiento constante que sufrimos las que tenemos el pelo rizado….  

Y él ahí, guapísimo remataó esperándome con un casco para mí en la mano mientras me sonreía con esa sonrisa de vértigo que suelen tener esos chicos guapos que, con su pose de “nunca he roto un plato”, hacen que te derritas sólo con mirarlos…. Me acerqué a él, nos dimos dos besos, me puse el casco, me remangué el vestido para subirme a la moto y le dije “Preparada”… Mientras íbamos camino del restaurante, aproveché para cogerme a su torso como si no hubiera un mañana –también porque con las plataformas que llevaban los zapatos, mis pies no iban muy estables que digamos-, y, conforme llegamos, fue parar la moto, bajarse él y cogerme por la cintura para ayudarme a bajar cual caballero andante….

Ay ay ay… ¡qué sensación esa cuando el chico que te gusta te coge por la cintura así de forma casual!!


Me ayudó a quitarme el casco y ufffff….. ¡cómo olía de bien!  

 


Porque hay algunos susodichos que son botes de perfume andantes y que, conforme se te acercan, de lo fuerte que huelen dan ganas de correr a ponerte una mascarilla anti-gas…


Nos sentamos en la terraza del restaurante y comenzamos a hablar mientras decidíamos qué pedir… La conversación fue transcurriendo como si nos conociéramos de toda la vida… todo iba genial… pero mi parte sensata no paraba de decirme “Rose, aunque todo vaya sobre ruedas, tú sé precavida, que mira la rachita que llevas…” Conseguimos hablar de nosotros, nos reímos muchísimo hasta que mi cara cambió cuando llegamos al tema de la edad y me dijo que tenía 26 años (¡¡15 años menos que yo!! Upssss). Ahí, aunque intenté disimular mi sorpresa, creo que él notó mi cara de asombro, más que nada porque mi boca se quedó petrificada en modo abierto, con un trozo de pan dentro… y no pude articular palabra… hasta que él hizo la pregunta:

¿Es la diferencia de edad un problema para tí para mantener una relación conmigo?

A lo que yo, automáticamente, le quise responder ¡¡no, no!!, pero el trozo de pan que tenía en la boca se me quedó a medio camino mientras trataba de tragar saliva y empecé a levantar los brazos y a llorar… él no sabía si esa era una reacción mía normal –después de lo que pasó en http://roseapelton.com/sacar-a-pasear-al-perro-es-una-forma-de-ligar/ –  o que me estaba atragantando de verdad… hasta que uno de los camareros me cogió por detrás, apretó mi abdomen y el trozo de pan salió disparado en rumbo perfecto hacia su ojo… ¡¡olé ahí que tino tienes Rose!! Agggggg  

Yo, rápida, salté para tratar de despegarle con cuidado ese trozo de pan de la camiseta y limpiarle el ojo… pero fue acercarme y, mi Rose enamoradiza empezó a jugar con mi libido y no pude evitar besarle… Y él me respondió… ¡qué bien besaba ese chico! – pensé-. Pedimos la cuenta, salimos del restaurante y decidimos ir a otro sitio a tomarnos una copa… En el camino me llevó cogida de la cintura -¡esa sensación es maravillosa!! Woww…- y, de poco en poco, paraba para besarme… Así que estuve probando sus besos toda la tarde… pero al volver a mi casa – decidimos ir con calma – mi parte racional empezó a repetirme incansablemente:


“Rose, ese chico puede ser genial, pero es 15 años menor que tú y quizás no sea tan maduro como lo que tú necesitas… Igual sólo eres un capricho para él y cuando se canse de ti te dejará…”


Y en esas estoy…pensando que ese chico está entre lo que quiero tener y lo que me da miedo tener, así que

¡¡necesito vuestro consejo!!

¿Qué hago? ¿Cometo una locura si sigo con él o la locura es no cometerla? ¿Sigo con él o corto por lo sano para evitar heridas emocionales futuras? ¿Es la diferencia de edad un problema?¿os ha pasado alguna vez algo parecido?

Este corazón está en modo inventario…

corazón roto reparación
Dicen por ahí que si empiezas una relación con alguien que no ha superado su relación anterior, es como si te vistes de un amor usado… Y así he estado yo estas semanas… tratando de esperar ese tiempo necesario para no hilar una historia de amor con otra… porque la última vez que lo hice, al chico con el que estaba no paraba de llamarlo con el nombre del susodicho con el que acababa de romper… Y no veáis la vergüenza que me daba cuando, al darme cuenta de que había pronunciado un nombre que no era “en plena faena”, quería que la tierra me tragase al ver la cara de asombro que se le quedaba al chico en cuestión… ainsssss


Ahora mi Plan “A” es no ser el Plan “B” de nadie


El problema es que una nunca sabe cuánto es el tiempo que tiene que esperar entre relación y relación para que se considere “correcto” y que no mezcles cosas de unos con otro… aggggghhh

dejar de pensar en alguien

Así que –pensé – “Rose espera unos días antes de volver a la carga… Eso o busca a un chico con potencial para ser el hombre de tu vida que se llame igual que ese malo-malote que te ha dejado una huella tan imborrable… Y mira que ya sabías que eso te podía pasar… agggghhh”


Te lo dije

Cordialmente, tu intuición 😉

Pues ahí he estado, en modo “Inventario” con el cartel de “Este corazón no está en venta” colgado de mi pecho… – como dice mi bendita madre, a dramatismo no me gana nadie… jijijijij….- Y no sé si os pasa a vosotr@s, pero después de ese desengaño amoroso con el piratilla, no puedo parar de escuchar canciones ñoñas… De hecho, el pobre CD de Alex Ubago lo tengo ya rayado de tanto ponerlo… Y es que ¿qué haríamos sin esas canciones con cuya letra nos sentimos identificadas en cada momento? Ainsssss

Pobre Alex Ubago… a ese chico le ha pasado de todo en sus relaciones… Mira que no salirle una limpia… Creo que deberíamos invitarlo al grupo para que se desahogue con nosotras y vaya aprendiendo de todas nuestras experiencias, ¿no os parece?

recuerdos canciones memoria

Y parece que, después de romper con alguien, todo (absolutamente todo) te recuerda a él…parece que todo conspira para evitar que te olvides de él… los que pasan a tu alrededor ese día se han puesto el perfume que solía utilizar el susodicho, y en la radio no paran de sonar canciones de amor que te hacen recordar lo que puedo haber sido y ya no fue…

Olvidar el pasado no es lo difícil, sino dejar de acordarte del futuro que imaginaste… y recuperar el tiempo que le has dedicado…


y en la tele resulta que es temporada de películas románticas (¡¡Manda narices!!), esas que te provocan la lagrimilla porque al final siempre él se da cuenta de que ella es la mujer de su vida y se tira, si es preciso, al río, para ir a su encuentro (ella casualmente ese día ha decidido dar un paseo en barca… – como si dar un paseo en barca fuese lo más normal del mundo -) y él, calado de arriba abajo logra subir a la barquita con una facilidad pasmosa ¡¡¡como si hacer eso fuese fácil ¡!! …y se besan y todo se supone que, a partir de ahí, la felicidad está instalada para siempre jamás con ellos…. ¿Y cuando oyes su nombre por todas partes o lo ves en todos los rótulos y furgonetas que se te van cruzando? o parece que lo ves por todos los sitios a los que vas… Y ¿qué me decís de la cantidad de chocolate y otras variantes de dulces que nos da por comer para saciar ese vacío inmenso que se te queda cuando te han dejado o has tenido un desengaño amoroso?

mariposas en el estómago

Y es que es sorprendente el poder de la mente para permitir lo que no quieres admitir… porque sí, puede que nos haya dejado o puede que nos hayamos dado cuenta de que ese hombre no nos convenía en absoluto y nuestra parte racional lo sabe perfectamente… pero en esos   momentos lo único que tu parte visceral piensa es “Rose, ese chico, en el fondo, es maravilloso, sólo es cuestión de tiempo…., deberías hacer algo como:  

Pero, visto lo visto, al final al único al que le importa que tengas buen corazón es al cardiólogo… así que ahí he estado, en silencio estos días para ver si se me iba el “mono” de contactar de nuevo con el malo-malote… mientras buscaba chocolate por toda la casa y pedía al cielo que para la próxima vez me avise con una música especial que eche a correr conforme me cruce con otro chico que no me convenga en absoluto (como pasa en las pelis de miedo..)  

Y vosotr@s… ¿Qué hacéis cuando habéis tenido un desengaño amoroso? ¿Qué canciones escucháis? ¿Qué coméis? ¿Qué pensáis? ¿Qué pensarán ellos de esto del amor? ¿Nos echan de menos? ¿Se acuerdan de nosotras? ¿Habéis tenido relaciones con personas que tenían el mismo nombre?

                                                                                              ¡¡Espero vuestros comentarios!!

La primavera la sangre altera…



No sé si os pasa a vosotr@s pero a mí este año ha sido llegar la primavera y mis hormonas se han revolucionado a más no poder… Y ahí estoy, luchando contra los síntomas de la alergia, de la astenia primaveral y de la revolución hormonal que me hace ver hombres maravillosos donde no los hay… Y con esa revoltijo de síntomas, después de recoger todas vuestras votaciones y siguiendo vuestros consejos (http://roseapelton.com/imposible-resistirse-a-los-chicos-malos-malotes/), decidí tomar una decisión sobre el hombre con el que me iba a quedar… Y (redoble de tambor)
                                                 ¡¡decidí probar con el chico bueno!!

a ese que veía como futuro padre de mis hijos, que me iba a dar la estabilidad que necesitaba… ¡sí! Y en esta ocasión, tal y como me habíais sugerido, ser yo la que encendiese esa chispa que le faltaba al susodicho, tratando de hacer aparecer su parte picarona detrás de esa bondad infinita que le caracterizaba…

                             Así que me dije: “Rose, a tomar las riendas del erotismo en esta relación!! Que esto tiene que funcionar, ¡sí o sí!”  


Y decidí darle una oportunidad al Dios del amor con el chico bueno organizando una velada picarona un sábado con una buena cenita y unas esencias con aroma a chocolate para regalarnos unos masajes como postre… Para que no pasase lo mismo que  (http://roseapelton.com/querido-invierno-dejate-ya-de-bromitas/) le propuse que fuese él el que cocinase (así también sabría cómo era de hábil el futuro padre de mis hijos para la cocina). Quedamos sobre las ocho de la tarde en su casa y allí aparecí puntual como un reloj, preparada de arriba abajo, de dentro afuera…

Llamé al timbre de su puerta y, conforme abrió, me abalancé sobre él con la intención de darle un beso apasionado, de esos de película.. pero creo que él no se esperaba tal envestida de golpe y se pegó tal susto que echó para atrás la cabeza y se dio con el borde de una columna que tenía justo detrás…

Cuando se repuso del susto – y todavía con la mano en la cabeza (creo que le dolía)- me acerqué a él pero me echó para atrás con la excusa de que llevaba el delantal manchado y no quería que me manchase mi ropa… Así que una vez que pasé dentro, todo quedó en un escueto y virginal besito  de bienvenida…pero en la frente.. agggggg Ganas me dieron de decirle ya ahí:

 

Pasé a la cocina y comencé a abrir una botella de vino que había llevado para la ocasión, y, en el momento en que preparé dos copas y fui a llevársela al chico bueno, se la bebió de un trago antes de poder darme la oportunidad de brindar por nosotros y por ese nuevo giro que iba a tomar la relación… Ahí fue cuando pensé:

“Rose, está muy nervioso de verte en su casa… Dale tiempo y espacio…”

y decidí preparar la mesa y el dormitorio encendiendo velitas y esparciendo unos pétalos de rosa trazando el camino hacia la cama… Cuando salió para decirme que la cena la estaba preparada, ya parecía que tenía un aspecto más relajado, así que

subí un poco más el volumen de la música “sexy” que había llevado para la ocasión y me dispuse a acercarme a él bailándole al ritmo de una canción, moviendo mis caderas de tal forma que la campeona mundial de julajop se quedaba desbancada a mi lado…, con el fin de provocar en él ese apetito feroz de mí que yo tanto ansiaba…

Pero conforme me iba acercando a él con mis movimientos sensuales, su expresión iba tensándose y su cara empezaba a sudarle, la expresión de sus ojos y su boca abiertos como platos decían más “tierra trágame” que “Wowww… ¡¡qué cachondo me estoy poniendo!!”…

Y ahí, sin saber qué hacer ni hacia dónde moverse, se quedó inmóvil cual estatua de la libertad, con la copa de vino en la mano y el gorro de cocinero que se había plantado…

Así que, visto lo visto, decidí abortar la misión y, con una vergüenza que no me cabía dentro, correr un tupido velo, recomponerme de nuevo y ayudarle a sacar la cena…  

He de reconocer que todo estaba deliciosísimo… pero mi mente estaba en descubrir cómo creaba ese ambiente que le sacase su punto de tiburón dispuesto a comerse a su presa…: cada vez que le sacaba un tema “caliente” él de desmarcaba con otra cosa y cambiaba de tema…

Ganas me daban de decirle: ¿Cómo te voy a conquistar si sólo respondes con monosílabos…? ¡¡Colabora!!

Así que, cansada ya de intentarlo, me relajé hasta que, a la hora del postre, le propuse darnos un masaje de chocolate con el botecito que había comprado para la ocasión… El, caballeroso como siempre, me dijo que empezaría a darme ese masaje, que había hecho varios cursos y sabía cómo hacerlo para “activarme” –eso lo dijo con una voz picarona-. Me dio un beso apasionado y me ayudó a quitarme la ropa hasta dejarme tumbada boca abajo en la cama… Yo, esperando con una sonrisa que no me cabía en la cara, a recibir los preliminares de una noche loca de sexo…

Él, conforme abrió el bote y empezó a frotarme la espalda, comenzó a quejarse sobre si ese potingue iba a mancharle las sábanas y a saber si se iban a quitar las manchas… Así que cansada de escucharle, a mitad de masaje, me dí la vuelta para sorprenderle con la imagen de mi cuerpo desnudo y, fue apoyar mi espalda llena de chocolate de masaje en la cama, cuando pegó tal grito que Tarzán hubiese quedado como afónico a su lado ¡¡Cuidado!! ¡¡Que vas a poner todo perdido!! Así que agotada del día y cansada de no poder conseguir sacar de él la vena “piratilla”, decidí vestirme y decirle que creía que esto no iba a funcionar y que era mejor dejarlo ahí.. El asintió y me dejó ir… sin más… con el subtítulo de

“fueron felices por siempre… nadie dijo que los dos juntos”

Camino de mi casa, mientras iba recolocando mi orgullo y autoestima de mujer y me preguntaba cómo era capaz que ese hubiese sido el espermatozoide más rápido, mi parte valiente me dijo:


“Recuerda Rose, ¡¡rendirse no es una opción”!!

Así que decidí seguir probando mi vena de “piratilla picarona” y mandé un mensaje al malo – malote con la foto del tarro de chocolate para masaje y el texto ¿Te apetece probar algo dulce? Y al segundo tenía una respuesta suya:

“Ummmm… qué hambre de ti me acaba de entrar… Te espero en mi casa. No tardes mucho”

Y así fue cómo terminó ese fin de semana y los siguientes, con pasión y erotismo desenfrenado, gracias al malo-malote… disfrutando de la revolución hormonal que tenía mezcla fruto de la llegada de la primavera y de lo picante que se siente una cuando actúa sin inhibiciones creyéndose la diosa del erotismo…  

Pero el tarro de chocolate para masajes se acabó cuando, uno de los días siguientes a ese maravilloso fin de semana, fui a cenar con una amiga porque el malo-malote me había dicho que esa noche se encontraba mal y me lo encontré sentado en la barra charlando con una chica… Así que, ni corta ni perezosa, le envié un mensaje de WhatsApp diciéndole:  

Ahí la libido me dio de repente una doble voltereta lateral con salto mortal y desapareció… Y con ellas mis ganas de volver a verlo… A partir de ese día creo que ya no podré verlo como mi Dios del sexo particular, será un pirata más… pero ¡¡que me quiten lo bailao!! ¿no os parece?

¿Es normal esta revolución de hormonas que llevo dentro de mí esta primavera? ¿Es normal sentirse culpable por haberme liado con el malo-malote justo al terminar de romper con el chico buenazo pero soso? ¿Cómo darse una cuenta de si lo de la otra persona son manías, nervios o simplemente falta de atracción sexual? Espero vuestras sugerencias, consejos y respuestas!!!

¡¡Imposible resistirse a los chicos malos – malotes!!



¡¡Madre mía qué cacao tengo encima!! ¡¡Estoy de los nervios!! ¡¡Necesito vuestra ayuda urgente para aclararme y que me aconsejéis a cuál de los dos chicos elijo!!! Os cuento: ¿Os acordáis del chico detallista que os comentaba en http://roseapelton.com/esos-detalles-inesperados-que-te-dejan-sin-habla-sin-capacidad-de-reaccion/ ? Pues ha seguido teniendo detalles preciosísimos conmigo, hemos quedado varias veces y es ¡sencillamente encantador!… buena persona como él solo, con un corazón que no le cabe en el pecho… y romántico a más no poder…

Es tan dulce que, he de reconocer, si sigo con él debería empezar a tomar insulina para controlar los niveles de azúcar por esa dulzura tan extrema que le da de vez en cuando…

Vamos, que es el yerno perfecto, el padre ideal para mis hijos… Y ya me ha dicho que él no quiere relaciones de “aquí te pillo aquí te mato”, que él quiere encontrar a alguien con quien tener un futuro como pareja y poder formar una familia… Ainsss…. ¡¡¡algo con lo que siempre he soñado!!! Todo parece tan de película, pero yo me siento súper culpable, porque tengo la sensación de que con él me falta “algo”, esa picardía de malo-malote que tiene el chico NI-NI… Y que, después del mensaje que le envié (http://roseapelton.com/tarari-que-te-vi/), no ha parado de mandarme mensajes diciéndome que no puede pasar sin mí… que necesita verme, sentirme, tocarme… Vamos, un auténtico “pirata” en toda regla, malo-malote… que me ha dedicado hasta una canción porque, como buen malo – malote, sabe tocar la guitarra… (de hecho lo conocí a través de mi profesora de guitarra, Estephanie, cuando decidí probar con las clases de guitarra para conocer a gente diferente…  y ahí, entre nota y nota, me quedé enganchada de ese NI-NI malo malote….aggggg)  

 


y con sólo una mirada suya pierdes la noción del tiempo y de tu cuerpo… y eres capaz de obedecer a lo que te pida cual corderita… sin mostrar resistencia alguna… Ay ay ay…

¿Por qué será que nos resultan tan irresistibles los chicos malos – malotes?

 
Pues ahí estoy, en una encrucijada en la que mi parte racional no para de decirme:

“Rose, quédate con el chico bueno y detallista… que con él vas a estar segura por siempre jamás y vas a tener una vida equilibrada y sin sobresaltos…”


Pero… ufffff… mi parte visceral se resiste y no para de decirme:

“Rose, déjate de tonterías, que la vida se vive sólo una vez y tienes que quedarte con aquel hombretón que te haga vibrar, que te revolucione el cuerpo, el día, la vida… cual montaña rusa”


Y soy consciente de que esos hombretones malos – malotes que nos rondan, son los que nos llevan a las situaciones en modo “montaña rusa” como os comentaba en  http://roseapelton.com/s-o-s-rodeada-de-chicos-ni-ni/, te acabas pillando por ellos y terminas sufriendo y cortando con ellos, so pena de volverle loca de remate…


Con los malos – malotes no es amor, es vicio…Son como las bandas de música: llegan, tocan y ¡¡se van!!


Porque otra cosa no, pero cuando estás con uno de esos chicos “piratas”, sabes desde el inicio que con ellos es imposible tener algo serio (aunque luego se convierten en los buenos de corazón, como os comentaré en otro post), sabes que vas a acaban “enamorándote” de él y sabes perfectamente que eso no va a llevar a ninguna parte…  

Esa pillería podrían tenerla también los chicos tranquilitos, serenos y comprometidos… Entonces tendríamos clara la decisión… Es más, ni nos lo plantearíamos… Sería él… sin más…

Pero no, los malos – malotes juegan sólo a seducir: si te enamoras, pierdes…Y claro que cuentas con su apoyo, pero en la mesa, en las escaleras, en la cama…. A eso se reduce su apoyo “incondicional”…

Los malos – malotes no son buenos para comprometerse con ellos, porque eso no cabe en su mente (por lo menos contigo: siempre acaban casándose y teniendo hijos con otra que no eres tú… porque

hasta el más pirata no duda en bajarse del barco para hacerse con el tesoro que quiere…

Y los buenos, por mucho que me esfuerzo, no acaban de provocar en mí esa chispa que necesito para sentirme la “reina del paraíso”.

Esa mirada intimidante y seductora que sólo los hombres malos – malotes saben cómo hacer para que te derritas y pierdas el control

Ainsss..  y ahí estoy, planteándome si volver al infierno con ese demonio de hombretón piratilla, que no para de decirme que no le tenga miedo… que si me muerde es suavecito y de manera dulce, o esperar a que al chico detallista y buenazo se le despierten de una vez por sus demonios y que se entiendan con los míos… a ver si consigue el mismo efecto que el piratilla, de despertar esas maravillosas fantasías en mí con un simple mensaje, para que, de una vez por todas, salga a bailar mi reina del paraíso… porque  

Lo que daría por encontrarme un hombre sensible, guapo, simpático, picarón, que se enamore de mí y yo de él, que quiera formar una familia y envejecer a tu lado… pero creo que si lo encontrase, debería hacer un documental…  o una tesis…

¿Merece la pena repetir la locura de volver con el malo – malote?  ¿espero a que al chico detallista y buenazo le salga alguna sonrisa pícara de esas que provocan un terremoto sin necesidad de moverse del sitio ni de decir palabra alguna? ¿me meto en un convento de clausura por los siglos de los siglos para no sucumbir a más tentaciones? ¿¿Qué me aconsejáis??

Tararí que te vi…



Visto lo visto y los consejos que me habéis ido dando estas últimas semanas atrás sobre el susodicho NI-NI que no acaba de aclararse y que me envió un mensaje después de tantos días sin saber de él (¡¡S.O.S estoy rodeada de chicos NI-NI!!), he decidido escribirle este mensaje, a ver qué os parece:

Desde que estoy contigo, mi situación sentimental es “Esperando un mensaje tuyo, que a veces llega, y otras, no”


Mi Querido NI-NI,

Esta situación que tenemos desde hace tanto tiempo me parece de risa… y ya no me divierte más…creo que no me merece la pena seguir manteniendo el contacto contigo sólo vía mensajes de móvil y vernos cuando a ti te viene bien… Llevamos así mucho tiempo, demasiado – diría yo -, comunicándonos y conociéndonos gracias a WhatsApp… Llevamos ya mucho tiempo  -demasiado, diría yo – pendientes de disfrutar de una relación duradera cara a cara, cuerpo a cuerpo, como sería deseable, y ese día nunca llega… porque siempre hay obstáculos “insalvables” por tu parte para permitir que ese encuentro se produzca…

cuando-hay-interes-no-hay-excusas

Y, con el último mensaje que te mandé, en el que te decía que estaba un poco baja de moral y al que nunca respondiste, me di cuenta de que no te interesa lo más mínimo saber de mí cuando me muestro débil… Ese fue el último mensaje y nunca más volví a saber de ti…. hasta hace unos días…Al principio, cuando esto había ocurrido en alguna ocasión antes, pensaba que era tu incapacidad para gestionar los estados sentimentales ajenos, y pensaba

«Míralo Rose, pobrecito que está haciendo todo lo que puede para estar contigo»


pero ahora, con el paso del tiempo y los consejos de mis amigas, reconozco que esa actitud es simple y llanamente “dejadez” por tu parte, vamos, en palabras llanas, que te importa un comino lo que me pase y que, sea lo que sea, no quieres que te salpique, por ello, por si las moscas, no preguntas…

uno-de-los-principales-problemas

Así que, visto lo visto, he borrado tu número de mi móvil (sí… que eso ya lo he hecho unas mil veces… sí… que siempre me repito lo mismo… que no te voy a volver a dar coba…), y me he prometido a mí misma mantenerme firme en mi propósito de no volver a contactar contigo… Y que si, por un casual (tipo que se estrelle un meteorito en tu satélite) vuelves a ponerte en contacto conmigo, debo respetar mi dogma de

“No responder bajo ningún concepto… Este chico es un interesado y sólo te quiere para mantener su autoestima firme y en los niveles más altos…“


Y he prometido eso sabiendo que mantener esa promesa es mucho más difícil que aguantar el mono de la nicotina… porque tú eres de esa clase de hombres que suelen aparecer cuando ya casi te habías olvidado de ellos (lo mismo que pasa con las ganas de fumar cuando has decidido dejarlo) y siempre suelen pillarte desprevenida… para  ¡zas! engancharte de nuevo entre sus redes y de ahí no puedes escapar hasta que ellos quieran…

la-fuerza-de-la-atraccion-mental

Y tengo tantas preguntas que hacerte que si no las saco, me salen subtítulos…


la principal es, ¿qué necesidad tienes de hacer algo así? ¿qué te aporta el estar a medias tintas con una chica? 


Una amiga me dijo hace unas semanas que a hombres que hacen lo que tú padecen el síndrome del “Ghoshting”, ya que algún famoso ha hecho lo mismo… Y en este punto es cuando las mortales debemos de dar las gracias a un famoso cara dura que se ha comportado como ese hombre del que no puedes olvidarte, que de golpe desaparece hasta que, le venga en gana -si le vienen las ganas de nuevo-, porque ha hecho famoso un comportamiento y le han puesto un nombre… Y todas sabemos que

cuando algo tiene un nombre tiende a “normalizarse” en tu día a día: de algo extraño, innombrable, pasa a ser algo usual (porque a las famosas también les pasa) y le dejas de dar la importancia que, de otra forma, tendría…


A mí me da igual ya… seas un ghost o no, lo importante es que eres un NI-NI y te he reconocido a tiempo… Así que a partir de hoy dejarás de ser alguien en mi vida…

Tararí que te vi mon amour!!

(Palabra de Rose Apelton 😉


¿Creéis que debo enviárselo o creéis que es mejor dejarlo ir sin despedirme ni darle más explicaciones? ¿Qué habéis hecho en situaciones parecidas?

¡¡S.O.S estoy rodeada de chicos NI-NI!!

                       Como dijo Marilyn Monroe, son esos chicos para los que estamos “entre lo que quieren tener y lo que les da miedo tener”


Esos hombres que, como comentaba en el post El amor online ¿es virtual o real?, empiezan a enviarte mensajes maravillosos y románticos con una frecuencia pasmosa tal que, por más incrédula que quieras ser, consiguen hacerte subir de golpe a esa nube maravillosa con tanta atención y palabras bonitas que te dedican…😍😍😍 Ainsssssssss……..Pero que, pasadas unas semanas (o días) deciden dejar de comunicarse contigo, así como el que no quiere la cosa, diciendo “Es que estoy muy liado” o, en el peor de los casos, sin excusa alguna… para, al cabo de unas semanas (o meses), volverse a poner en contacto contigo como si no hubiese pasado el tiempo….😳😠

chicos-noria

Y el principal problema que tengo con los chicos que sufren el síndrome NI-NI es que nunca consigo desengancharme de ellos… porque, otra cosa no, pero yo soy muy propensa a  quedarme prendada por este tipo de hombres, pese a que mi parte sensata me dice

 “Rose, este chico sólo te quiere para pasar un rato divertido cuando a él le viene bien…”


Y el último con el que me he cruzado es un artistazo NI-NI en toda regla, porque ha perfeccionado el arte de la Noria hasta convertirla en una Auténtica Montaña Rusa ¡tiene un peligro que no veáis!!!

montana-rusa

Y así es como sigo, montada en la montaña rusa más alta del mundo, escuchando, ahora, cosas bonitas, ahora, silencios, ahora excusas… pero pillada a más no poder…Y con unas ganas tremendas de decirle:

“Oh! Lamento no haberte respondido antes… Pero se me olvidó que sólo existo cuando tu quieres… Y ahora que has decidido volver, si te parece, vamos a organizarnos… A ver, dime si nos vamos a ignorar o a querer… porque así no se puede seguir…”

Hace unas semanas volvió después de casi dos semanas de ausencia… Y estuve a punto de caer en la tentación de responderle…Me decía a mí misma: “Rose, no eres tan importante para él como tú te piensas… porque sabes perfectamente que

cuando alguien quiere hablar contigo de verdad, te responde hasta los puntos suspensivos y los Jajajaja…


y sabes que va a estar ahí hasta que encuentre a otra chica que le cuadre más o de la que caiga rendidamente enamorado, como otras veces te ha pasado con otros NI-NI… Tú eres sólo su “comodín” hasta que encuentre a otra chica que le cuadre más…

Porque otra cosa no, pero los NI-NI con los que he estado tenían pánico al compromiso, pero os puedo decir que todos, sin excepción, terminaron la relación conmigo para casarse con otra rápidamente y tener hijos como conejos… ¡¡vaya capacidad de procrear tenían los susodichos!!😮😱😉

Y es que, como dicen por ahí,

A veces la vida te sorprende y el tortazo te viene desde un ángulo nuevo… decía que no podía vivir sin mí y el mentiroso sigue vivo, pero ¡¡¡con otra!!!

Pero mi Rose sentimental me decía: “Y si esta vez se ha dado cuenta de que realmente eres importante en su vida y quiere ir en serio”

Tan cerca estuve de caer en la tentación de responderle, que al final caí…

Y de poco sirvió, porque volvió a dejar de dar señales de vida por una semana más… Y mi Rose racional diciéndome:

Si ves el doble click y no ha reaccionado, da por hecho que tu mensaje ha sido ignorado con éxito

Lo genial de todo esto es que, a pesar de que soy consciente de que ese hombre que hoy está y mañana no se sabe, porque desaparece hasta que él decide dar nuevas señales de vida, sigo estando pillada:

constantemente miro la pantallita del teléfono para ver si, por casualidad ese día se ha acordado de mí y decide enviarme uno de esos mensajes maravillosísimos… porque, otra cosa no, pero mira que cualquier mensaje suyo es bueno para provocarnos una sonrisa…y ahí estamos otra vez, enganchadas…

mis-padres-me-hablaron-de-todo-tipo-de-drogas

Y en estas estoy, que no sé si responderle, si no responderle, si bloquear su número

Pero, ¿y si bloqueo su número y me manda una declaración de amor en toda regla y no me entero??

¿y si por no responderle lo pierdo definitivamente, justo cuando se ha dado cuenta que quiere tenerme a su lado?

Lo único que sé es que mi estómago tiene la sensación de estar en la montaña rusa cada vez que veo un mensaje suyo después de un tiempo sin dar señales de vida.

Mi amiga Blanche y yo tenemos una estrategia en estos casos:

borrar toda huella de sus datos de contacto y mensajes en el teléfono para evitar, en ese intervalo de tiempo en que no somos su prioridad, caer en la tentación de comunicarte con el susodicho…

Pero ahora que tengo uno suyo de nuevo, agggggggggg…… ¿alguien me puede decir qué hago? ¿cuál es el tiempo prudencial que tengo que esperar para saber si realmente esta vez está interesado en mí?

Especial San Valentín 2017 Parte II

parte-ii



Y pasó a recogerme y fue verlo, fue cruzarnos las miradas y pensar, uyuyuyuyuy Rose… que este hombre parece que realmente está interesado por ti, porque esas miraditas no son normales….😍💕😍


Y así estuvimos más de tres horas hablando, tomando café, sonriendo, y mirándonos… Y no paraba de decirme mientras se despedía “Hay que ver lo rápido que se me ha pasado el tiempo y lo bien que he estado contigo”

Ahí se sinceró como, creo, que nunca lo había hecho con una mujer. Me dijo que hacía dos meses que se había divorciado y que estaba reiniciando su vida y retomando los contactos interesantes…

¡sí, habéis oído bien!, ¡a mí, a Rose Apelton, me incluyó entre sus contactos interesantes! Wowwwwww


Cuando oí eso, mi Rose saltarina pegó un doble salto mortal invertido con voltereta lateral y empezó a bailar cual posesa gritando ¡lo sabía! ¡lo sabía! Wowwwww…. y requetewowwwwww💃💃💃💃

Esa noche me dejé llevar e, incumpliendo todos los consejos del mundo para solteras, le escribí un mensaje de WhatsApp en el que le decía que me había encantado verlo de nuevo y que yo también había disfrutado muchísimo…

Y dos minutos después, recibo como respuesta suya:

“Espero tener la oportunidad de repetir muy pronto. Besos”


No os exagero si os digo que esa noche no pegué ojo, mezcla de la emoción de saber que él quería volver a verme, mezcla de la incredulidad de que ese chico tan maravilloso me estuviese diciendo eso a mí, a Rose Apelton!!!

Así que yo, emocionada a más no poder, y con el fin de que no se enfriase la cosa – una oportunidad de estas no se le presenta a una todos los días – decido proponerle a la mañana siguiente volver a quedar… A lo que él me responde “No puedo porque salgo de viaje… pero a la semana que viene nos vemos seguro!! ¿te parece?”

Y dicho y hecho, el día que hacía justo una semana, recibo un mensaje de WhatsApp diciendo:

“Hola Rose!! Cómo estás?…. Yo llevo una semana a tope, pero si te apetece esta tarde, podemos vernos … Ya me dices ”


Y ahí es cuando tuve mi primera crisis de ansiedad… 😣 Os cuento: el día de antes, sábado, me dejé llevar por la fiesta y ese día que James me mandó el mensaje, ni mi cuerpo ni mi cabeza estaban para quedar con nadie… Además, desoyendo a las actrices de Hollywood y a sus secretos de belleza, la noche anterior había llegado tan cansada que ni me había molestado en desmaquillarme, así que todavía tenía lo que ahora llaman en los anuncios “ojos de panda”🐼 (¡manda narices el nombrecito!)

Así que, después de repetirme varias veces cual mantra (¿o fue una sola vez y con la resaca se produjo el eco dentro de mi cabeza??):

“Esto no me puede estar pasando a mí”

y tratar de calmarme para tomar el control de la situación, le respondí:

“Buenos días James! Me encantaría, pero hoy estoy con el virus del estómago (esa excusa y la del periodo siempre funciona, porque no admite preguntas… 😉 Si mañana me encuentro mejor, te aviso y quedamos, ¿ok? Un abrazo!


A lo que él me responde:

«Mañana no puedo, pero te aviso cuando tenga un hueco, ¡seguro!»


Ahí puse en acción el consejo de mi amiga Marguerite

regla-numero-2-del-flirteo


Y no tuve que esperar mucho, porque, dos días después me estaba diciendo


“Necesito verte, así que si quieres y puedes, paso por tu casa y tomamos café. ¿Cómo te viene?”


Ahí fue cuando me dio mi primer microinfarto, porque yo estaba de viaje esa semana, así que iba a tener que rechazar de nuevo su invitación… Aggggggg… ¡maldita sea!

Quería que la tierra me tragase, coger al guionista de mi vida del cuello y pedirle explicaciones de por qué me hacía esto a mí… Ainssssss

Lo bueno, yo regresaba al día siguiente, así que le dije “Podemos quedar mañana por la tarde… O si no, en una semana”

Y su respuesta no se hizo esperar ni un minuto: “👍Mañana por la tarde perfecto!”

Y así fue como volvimos a vernos y volví a estar tomando café sentada al lado del hombre con la sonrisa más atractiva y brillante del mundo…Yo, Rose Apelton,  una chica del montón!!!

Y ahí estuvimos cerca de cuatro horas disfrutando de la compañía y de la charla, y sin parar de decir “Rose, a tu lado se me pasa el tiempo volando”

Y yo, con ganas de gritar a los cuatro vientos: “Rose, le gustas!!” “Rose, menuda buena pareja hacéis; Wowwww” (mientras mi Rose saltarina bailaba loca de contenta)

Pero ahí creo que cometí el segundo error, que fue enviarle esa misma noche un mensaje agradeciéndole de nuevo el ratito tan genial que me había hecho pasar esa tarde… Y digo error, porque,

a partir de ese día, no tuve respuesta alguna por su parte, salvo un “Hablamos pronto”

Y no fue hasta pasados varios meses, el día antes de San Valentín, cuando recibo un mensaje suyo con una invitación a comer el día 14 de febrero…. Ahí fue cuando pensé que esto ya iba en serio, que se estaba tomando mucho interés en quedar conmigo, y más, un día tan señalado, así que me dije:

“Ya está Rose, ya lo has encontrado”…💘

Y ese día fue maravilloso… Lo pasamos genial… Incluso, esa misma noche, me envió un mensaje que decía: “Me lo he pasado muy bien…. Nos vemos pronto de nuevo”

que-el-mundo-se-pare

Y así fueron pasando los días, mientras conversábamos por WhatsApp de las cosas que nos iban pasando entre semana (conversaciones iniciadas por mí, he de reconocer)… Hasta que me vuelve a proponer quedar a comer, pero esta vez en su casa… Y yo no sabía dónde meterme de loca de contenta que estaba…

“Sí, a ti Rose, a ti… quiere volver a quedar contigo por enésima vez!!! ¡Está como loco por volver a verte, sí!!!


Y allí que me planté en su casa, con una botella de vino, recién depilada y con la mejor ropa interior que tenía, preparada para el aperitivo, la cena y el postre….para poder sellar esa relación maravillosa que llevaba creciendo entre nosotros desde hacía más de un año…

Pero, cuál fue mi sorpresa que, conforme empezamos a cenar, saca su teléfono móvil y me empieza a enseñar fotos de todos los ligues que ha tenido este tiempo que está divorciado… Y me dice que, dado que me considera una gran amiga (remarcando lo de “amiga”), necesita pedirme consejo sobre una chica de la que está perdidamente enamorado…😱😨


Ahí si no me morí del soponcio, estuve a punto…

ese-momento-en-el-que-de-golpe-y-sin-querer

Ese momento en el que, pese a sentirte así, tienes que seguir sonriendo como La Mona Lisa, porque te acabas de dar cuenta de que sólo te buscaba como “amiga” y que no tenía interés otro alguno en ti… Ese momento en el que gritas:

al-diablo-el-amor

Moraleja: después de esta experiencia, y vistas mis “dotes” para que los hombres se sinceren tanto conmigo y me vean como su “amiguísima”, he decidido que voy a empezar a trabajar como “coach sentimental”… así por lo menos podré sacarle partido a esos ratos que les dedico a los hombres sí señor!! 😊
                                                                                                                 ¿qué os parece?

Especial San Valentín 2017

parte-i

¿Cómo empezar? Quizás con una canción…. A ver, a ver…. ¡Sí, la tengo!

La canción que mejor describiría lo que me pasó con, llamémosle, James Melenas, es esa de Rihanna “Not really sure how to feel about this”… Vamos, lo que en lenguaje llano del nuestro viene a ser “pero ¿¿¿qué coño ha pasado????

Os cuento para poneros en antecedentes… A ver… Conocí a James mientras hacía un curso en una escuela de negocios a la que él también iba pero para hacer un máster (eso ya me indicó que se trataba de un tío listo como él solo podía ser…😎)

En el momento en que nos cruzamos en medio de un caos de gente que estaba intentando llegar a su aula, algo en mí ya se quedó pillada en su mirada y, sobre todo, en su sonrisa… -aquí he de reconocer que se me cae la baba al recordar ese momento-, porque

¿sabéis de esa sonrisa brillante y perfecta que es capaz de fulminarte y tiene el efecto de dejarte con la boca abierta, y que pese a que eres consciente de que estás en esa pose absurda, no te es posible moverte (ni cerrar la boca)?😮

Bien, pues así me quedé yo – como diría Jesulín de Ubrique, en dos palabras, IM-PRESIONADA-. Fue como si el mundo se parase y ese gentío desapareciese de golpe para no existir nada más que él y yo….  Ainssssss qué bonito!!!!!!!!!!😍😍😍

Pero ayayay…. que James, al parecer, contaba ya con bastante experiencia en esto del arte de la seducción y era perfecto conocedor de lo que estaba pasando – ¡cómo para no reconocer que una chica con la que se había cruzado se había quedado embobada mirándolo boquiabierta y petrificada…😂😂😂

Y ahí estaba yo, tratando de recobrar la compostura e intentando dar órdenes a mi boca para que se cerrase so pena de morir asfixiada… Y, tras unos segundos que me parecieron horas, al final lo conseguí, ¡vaya si lo conseguí!, pero fue cuando mi Rose picarona empezó a decir

“Mira cómo te ha sonreído, te está comiendo con la mirada”

lanzate

Entonces me cargué de valor y le dije: Hola, ¿cuándo te viene bien que quedemos a tomar un café? A lo que él me respondió: Dame tu número de teléfono y te llamo para quedar…

Teniendo en cuenta que estábamos en una escuela de negocios, lo apropiado era entregarle una tarjeta de visita,

pero a mí lo que me apetecía era anotarle con rotulador permanente cada una de las nueve cifras que tiene mi número de móvil en alguna parte de su cuerpo… y, si me dejaba, le escribía hasta el prefijo internacional!!! Olé ahí!!!💃💃💃

Y así se quedó todo… El semestre iba pasando, las Navidades iban llegando y esa llamada nunca llegaba… Nuestras miradas se cruzaban en los pasillos cuando coincidíamos en los descansos entre clase y clase, y lo único que conseguía era una sonrisa suya acompañada de un “¡Hola! ¿Qué tal estás?” Y poco más…

Al cabo del tiempo me enteré de que estaba casado por segunda vez (pero no llevaba anillo, porque en ese detalle es en el primero que me fijo… Y tampoco tenía huella de habérselo quitado recientemente… 😉)

Otra cosa no, pero principios y reglas para con los hombres casados tengo unas cuantas… y la primera es la que mi amiga Marguerite siempre me recuerda:

corre-rose-corre

(la segunda es: Rose,

pero-que-haces-que-no-estas-corriendo

Así que ahí tuve mi primer fiasco… Fue como si una bocanada de aire gélido me golpease la boca con un ¡Zas en toda regla! tan fuerte que me pareció hasta que el suelo empezaba a temblar, o, al menos, esos quería yo, que se abriese el suelo y me tragase en ese mismo momento…

Y así quedó la cosa…

Hasta que un año más tarde estaba con mis amigas paseando y lo veo caminando por la acera de enfrente… Sin casi darme cuenta, me ví gritando su nombre en medio de todo el tráfico, como si un espíritu guerrero me hubiese poseído, y, dad por hecho que me oyó – igual que el resto de transeúntes que pasaban por nuestro lado en ese momento y que se pararon a mi alrededor creyendo que me estaba dando un ataque…😨😨😨

Y se volvió… Y, como no, sonrió… Me reconoció y me sonrió y, aunque era de noche, sus dientes empezaron a brillar de nuevo y su mirada a echar fuego de ese que quema… 😌 y volví a recordar lo que había sentido la primera vez que le conocí….

Fue como si el tiempo se parase en ese preciso momento, para mí y también para mis amigas… que se quedaron boquiabiertas ante la maravillosa sonrisa que surgía de un hombre esculturalmente guapo y que, pensaban, se dirigía a cada una de ellas directamente… (ahí descubrí que ese debía ser el efecto que causaba normalmente en todas las mujeres)

Pues bien, cruzó la calle y, esta vez con mirada asombrada, me comentó que se había estado acordando de mí todos esos meses que no nos habíamos visto y que, justo esa mañana había estado a punto de llamarme….

!menuda casualidad más maravillosa!! –me dijo-

Y yo, si hubiese sido helado, directamente me habría convertido en una taza de chocolate hirviendo, en ebullición..

Y me envió un mensaje por WhatsApp proponiéndome día y hora para quedar…. ¡siiiii!!!!!

En esos casos, cuando un hombre te ha pedido quedar, sigo los consejos de mis amigas Blanche y Marguerite, que me dicen

regla-numero-1-del-flirteo

Y así hice… Y como no quería que notase mi interés por él bajo ningún concepto, se me pasó un poco más del tiempo estimado… porque ahí estaba Rose, la dura más dura de todas las mujeres… ¡sí señor!!!

Mientras tanto, pude cotillear su foto de perfil de WhatsApp (aparecía él solo con una camisa blanca y morenísimo perdido… y solo ¿os lo he dicho?), pude ver si tenía cuenta de Facebook

mas-de-media-humanidad-moriremos

Y le respondí… Y al segundo de recibir el mensaje, me llamó directamente… Y me dijo

“Solamente quería preguntarte si te apetece tomar ese café hoy en vez de alargarlo más…»

Y yo me quedé sin palabras…

De mi garganta sólo salían sonidos irreconocibles que me hacían parecer una gallina clueca… Y él me preguntó: “¿Te pasa algo? ¿Estás afónica?”…


Y yo sólo quería decirle que “Sí, que nos veíamos hoy…” Pero mi Rose tímida brotó a la superficie cual flor en primavera… y ahí estuvo, haciéndose de notar durante unos segundos que me parecieron horas… Hasta que, al final, la Rose más valiente que llevo dentro consiguió nokearla y hacer que le fluyera la voz… Y fue así como pudimos quedar a una hora… él pasaba a recogerme… (¡menudo caballero! -pensé 😉-)

Continuará….

Esos detalles inesperados que te dejan sin habla, sin capacidad de reacción…

Wowwwwww….. tengo un notición que daros!!!!!📣📣📣

El otro día me sorprendieron por primera vez en mi vida con un detallazo que me dejó boquiabierta… con la literalidad de la palabra boquiabierta…. sí!!! No fue nada material, fue un simple gesto, pero a mis 40 años, nunca un hombre había hecho nada así por mí… ¡ Y me encantó!😍😍😍


En todas las relaciones que he tenido, la “detallista” siempre he sido yo, la que se ha currado todos los regalos de cumpleaños y de no cumpleaños, la que se ha emocionado pensando en cómo sorprender al susodicho para que, como dicen los expertos, “la chispa no se apague”… Ayayayyy que «máster» les daba yo a esos “expertos del amor”….


Hasta ese momento sólo había recibido detalles del tipo…

detalles-que-enamoran-iv

Y es que eso de no estar acostumbrada a recibir cosas bonitas de ellos es lo que tiene, que

cuando un hombre decide ser diferente y sorprenderte, una se queda pensando ¡Aquí hay cámara oculta!…


hasta que se da cuenta de que no, de que ese detalle es sincero y no hay ni trampa ni cartón…


Pero es ahí entonces, en ese preciso momento, cuando mi Rose romántica se da cuenta de que eso que está pasando es real y va dedicado a mí, ¡sí, exclusivamente para mí!, cuando mi corazón empieza a latir con fuerza (¿sabéis de esa sensación de notar los latidos del corazón en tu cabeza? ¿es eso normal, verdad? 😂😂😂)


Entonces es cuando mi mente empieza a viajar al futuro pensando ¡Sí, Rose! ¡Este es el hombre de tu vida!💃💃💃 Y ese detalle que ha tenido contigo sólo es el inicio de todos los que va a seguir teniendo de aquí al infinito y más allá!!!!! ¡¡¡¡porque sí, porque él es así, detallista como nadie, un hombre de los que se desvive por ti!!

detalles-que-enamoran-ii

Y, no siendo conscientes de que nuestra mente se nos está yendo de las manos, es cuando volamos hasta el momento de verlo como el padre de los hijos maravillosos que vamos a tener y que, por cierto, se portan como los ángeles de bien… Y nos visualizo como una pareja de viejecitos felices y ahí, pienso


“Rose, eso es maravilloso, porque los “expertos” dicen que si la idea de verte con él de viejecita te hace sonreír, es que es tu “media naranja”


Y ahí mi Rose enamoradiza se pone a pegar saltos por toda la casa, moviendo los brazos de arriba abajo hasta que la esquina de la mesa del salón la para en seco… ayyyyy….😖 
¡Lo que es la mente para estas cosas!! ¿no creéis?


De un detalle aislado, nosotras lo encumbramos y el damos el valor de un diamante (que lo tiene, sí), y pensamos que ese detalle es lo que caracteriza a esa persona y que es sólo la muestra de lo que ese hombre está dispuesto a hacer por nosotras… porque, otra cosa no, pero


ese mínimo detalle es capaz de volvernos locas de amor por él, aunque nunca antes haya tenido esa actitud con nosotras…


Con ese detalle, el físico deja de importarnos de golpe, porque lo vemos como el hombre más guapo del mundo; su forma de vestir nos parece “maravillosamente solucionable” y lo idealizamos cual “Adonis”… si ronca no nos importa, porque nos decimos a nosotras mismas que eso es porque a nuestro lado duerme tan a gusto que respira profundamente; que esas cosas con las que se le pegan los ojos al despertarse no son legañas, sino lágrimas pegadas de la emoción de haber dormido a nuestro lado..


Y ahí corremos el peligro de saltar de la cama para hacerle el desayuno y de empezar a organizar sorpresas para que siga tan encandilado con nosotras que su motivación para tener detalles con nosotras no decaiga.… Y nos volvemos a meter en la espiral de querer ser más detallistas que ellos….


Y en esas estoy ahora, intentando controlarme, diciéndome a mí misma, ¡Rose, tú quietecita esperando a ver si ese detalle lo calificamos de expediente X o no! Intentando quitar importancia a ese detalle para no iniciar un viaje que puede terminar en caída en picado al abismo de la realidad…


detalles-que-enamoran-v

Y es que las películas románticas y los cuentos de princesas han hecho mucho daño a las mujeres de mi generación (de eso hablaré en los próximos posts…)

¿Vosotras también sois detallistas al extremo con los susodichos que se cruzan en vuestro camino? ¿Han tenido con vosotras algún detalle que os ha sorprendido?


P.D. Al caballero que me sorprendió con ese detalle he de decirle que como continúe en esa línea, corre el peligro de que me prende locamente por él… porque si con un detalle mi mente ha viajado tan lejos, no sé qué puede pasar si esos detalles continúan y van a más…❤❤❤

El amor online, ¿es virtual o real?



Uffff…… estoy en un mar de dudas con esto de las relaciones a distancia vía Whatsapp y el resto de chats para conectar con gente… Mis amigas Amelie, Blanche y Marguerite no paran de decirme que me registre en alguno de ellos, que hoy en día es la única – sí, eso dicen – la única forma de conocer hombres pero….

¿cómo sabemos realmente si la persona que tenemos al otro lado es así o sólo nos dice lo que sabe que queremos oír? (en eso las mujeres somos muy, pero que muy predecibles, ¿verdad? 😉

Hasta mi madre –ya desesperada por ver a su única hija en camino de quedarse “para vestir santos” – se ha ofrecido a ayudarme a darme de alta y a hacer el seguimiento de los candidatos…. Habrase visto el nivel de desesperación en el que tiene que estar sumida mi santa madre para hacerme tal proposición!! jajajaja…


Como os digo, hoy en día parece que si no mantienes una relación online de ese tipo, no existes, pero yo las odio con toda mi alma, aunque, como no, al final no he podido resistir la tentación y he caído en las redes (literalmente hablando, jajajaja…)


Así que empecé a chatear con un chico y, viendo que parecía que nos llevábamos bien, decidimos pasar a mensajearnos por WhatsApp. Y claro, mientras estábamos conociéndonos, todo iba de maravilla: él me enviaba mensajes todas las mañanas, tardes y noches, agasajándome con todo su repertorio de palabras románticas. Yo constantemente subida en una nube de algodón que se elevaba más y más con cada mensaje. Parecía que sabía lo que me gustaba oír, y eso me hacía sentir como una reina privilegiada…. Cada vez que recibía un mensaje suyo, mi Rose interior le dedicaba un doble salto mortal con voltereta lateral de la alegría que le provocaba… Mi sonrisa era constante….


Hasta que un día, ante su enésimo “Me encantaría verte… A ver si nos vemos pronto”, se me ocurre enviarle la frase esa que todas hemos leído en el Facebook de Mario Benedetti:

“A mí no me digas que me extrañas… A mí dime a qué hora nos vemos”


Y ahí es cuando le respondo “Y yo a ti… carita triste.. ¿cuándo quedamos?” y es en ese momento, con esa pregunta, como si hubiese provocado un agujero negro que se traga al susodicho para no volver a saber de él.


He de revelaros un secreto: hasta hace relativamente poco me daba hasta pena, porque pensaba que en ese agujero negro se reunían todos los hombres que no podían responder por miedo a fracturarse un dedo si cerraban una cita… y allí, en ese lugar, se encontraban para compartir su angustia… ¡¡pobrecillos!! ¿verdad?


Ahora estoy segura de que no me contestó nunca porque cuando leyó mi mensaje se puso tan alegre de que yo quisiese al fin quedar con él que empezó a correr por toda la casa y, de la emoción, se quedó sin aire, se desmayó y, del golpe, sufrió amnesia selectiva ¡¡¡Sí, eso debe ser!!!

Por las redes he leído un mensaje (desconozco quién es su autor) que dice muy acertadamente:

Un día me dijo “Me muero por verte”… Y creo que se murió, porque nunca más nos vimos….” 🙄 


Sea como sea, ¿cómo cabrearte con él cuando de golpe deja de responderte a los mensajes? ¿cómo romper con alguien que aparece y desaparece a su antojo?

¿Cómo gestionamos la frustración al ver que un día se están muriendo por ti y al día siguiente es como si nunca hubieses existido en su vida?


Y es que, no sé si os habéis dado cuenta y lo habéis sufrido también como yo en vuestras propias carnes, pero es tremenda la frustración sentimental que existe hoy en día con esto de internet, los chats y las Apps de mensajería instantánea.


Porque con tanta tecnología, hasta los sentimientos están virtualizados… lo que en un segundo es un “Te quiero”, un “Te echo de menos” o un “Tengo unas ganas tremendas de verte”, al segundo siguiente nos encontramos, en el peor de los casos, con una ausencia de respuesta y, en el mejor (por llamarlo de alguna forma…) con un “Ya no te quiero”, “Tenemos que dejarlo…”, “No podemos seguir porque me ha salido un trabajo en Australia y salgo mañana mismo…”


Y ahí te quedas tú mirando sin parpadear la pantallita del móvil, mientras la pantalla del móvil te mira a ti… como si así fuésemos a encontrarnos con el susodicho, como si así fuésemos a ver de golpe una explicación razonable y lógica a ese cambio tan repentino del tono de los mensajes, como si así fuésemos a descubrir el porqué de esa ruptura… pero no, estamos en la era digital del “ahí te las apañes tú con tus sentimientos, que yo no necesito ya ni dar la cara para nada”… Y así nos va…

No me quieras tanto… Quiéreme mejor


Y ahí es cuando yo me pregunto: ¿ese estado de enamoramiento era real o fue fruto de mi imaginación? ¿todo lo que me decía realmente lo sentía o sólo lo hacía para disfrutar con alguien al otro lado de la línea? ¿qué necesidad tendrán de decirnos que quieren vernos cuando en realidad no quieren quedar? o es que ¿no quieren quedar porque les da miedo –más bien, pánico-?


A todo eso no le he encontrado todavía una explicación, así que agradecería enormemente vuestros consejos y comentarios… A ver si al final consigo ver la luz al final de este túnel virtual…

Menos mensajes de WhatsApp y más visitas inesperadas

Que levante la mano quien ha sonreído cuando ha visto alguna vez esa frase que aparece en el título de este post.


¿Qué les pasa a los hombres hoy en día que se niegan a llamarte y, en vez de eso, se comunican contigo por mensajes de Whatsapp? Eso si podemos calificarlos de «mensajes», ya que principalmente te responden con monosílabos (Sí – no -ok) o con emoticonos (el del     es uno de los que más extendidos está entre la especie masculina con la que me topo últimamente…)

Ayer mismo, echando un vistazo a uno de los chats que tengo con un chico (uno de los que creía que era el hombre de mis sueños pero nunca volví a ver – os lo contaré otro día-), me dí cuenta de que realmente lo mío era ….. agggggg…. un monólogo. Echadle un vistazo si no:
  •  
  • Yo: Hola guapo!!!! Cómo estás?
  • Él: Hola!!!!! Bien
  • Yo: Me alegro!  bailarina-whatsapp ¿Qué haces hoy? ¿Algo especial?
  • Él: No
  • Yo: ¿Te apetece que nos veamos?
  • Él: No puedo, ocupado…
  • Yo: Bueno, pues otro día será…


De cada 10 palabras que escribimos, ellos utilizan escasamente una… o un emoticono


Y ¿qué me decís de lo que hacen cuando no quieren responder a alguna pregunta o situación comprometida (eso de los compromisos y los hombres da para una serie de posts… jajaja)? Entonces, literalmente desaparecen… y vuelven a aparecer -si lo hacen- pasados unos días como si nada hubiese sucedido, como si esa pregunta «comprometida» nunca les hubiese llegado a su móvil, pese a que el doble click azul aparece más brillante que nunca en espera de respuesta…


¿Y qué os parece cuando después de enviarles un mensaje o varios largos (algunas tendemos a explicar con pelos y señales las cosas al susodicho…) sólo nos responden a lo que dice el último párrafo, obviando todo el esfuerzo literario que hemos dedicado para preparar el mensaje con esmero, para revisarlo y que no dé lugar a «malentendidos» y para que quede claro qué puntos son los que necesitamos que nos comente o responda?


No, ellos simplemente nos dedican un «Genial», «Lo siento» o un emoticono…


¿Hacéis como yo? Que antes de enviar un mensaje a un hombre con el que quiero seguir manteniendo el contacto a toda costa, preparo previamente el texto en las «NOTAS» de mi móvil y sólo después de haberlo leído 10 veces, decido enviárselo…


…para luego recibir una respuesta que no tiene nada que ver con la esperada o, simplemente, para no recibir ninguna respuesta por su parte…

¿Deberíamos unirnos todas y empezar también a responderles con monosílabos y emoticonos? o ¿pasamos del tema y seguimos dando rienda suelta a nuestro poder literario? ¿Qué pensáis?