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Historias de solteras, Verano, Viajes

¡¡OMG!!, casi sin darme cuenta, ha pasado otra vez el verano y sigo sin pareja 🤦‍♀️ ainsss… Con la de “vueltas al cole” que daría agarrada de la mano de ese hombre especial que sé que me está esperando en algún sitio… 💞

Menos mal que siempre están las amigas para poder hacer planes con ellas y no sentir esa soledad que se pega a ti cual traje de neopreno en los días en que estás más flojilla mentalmente y te da por pensar en que si, no haber encontrado a nadie durante todos estos años, se deberá a que una es muy rara y “exigente”, o, a que sólo se me cruzan hombres raros que no son para mi…🤔




Y fue gracias a ellas, a mis amigas, que pude disfrutar de un fin de semana de risas y confidencias en la playita, aprovechando para celebrar que Dorothy había conocido a un chico que tiene todas las nominaciones para ser candidato a hombre de su vida.

Así que decidimos alquilar un apartamento para pasar el fin de semana y allí que nos fuimos Tifanny, Khalesi, Blanche y yo; y ¡¡menudo fin de semana pasamos!! 💃💃💃

Os cuento:

Llegamos el viernes por la tarde al apartamento y no veáis lo ambientado que estaba:

era un ático con una amplia terraza, desde el que se veía el mar ¡¡una pasada!! Y decorado con todo lujo de detalles y, digo con todo lujo, porque las paredes estaban repletas de cosas colgadas y los muebles llenos de objetos sin orden ni conexión alguna… ¡vamos que a los dueños les gustaba el arte rococó estilo playero! ¿sabéis esas figuritas que venden como suvenir pero que nunca encuentras dónde colocarlas? Pues ellos lo habían hecho en la pared… ahí lo dejo…

Aquí entra Marie Kondo y empieza a hiperventilar o le da un ataque de pánico, ¡seguro!

Aunque, esas paredes con ese caos decorativo me recordaron al lío que tengo actualmente dentro de mí, porque no sé cómo ni dónde colocar cada uno de los sentimientos que me provocó el último susodicho que se ha cruzado en mi vida (http://roseapelton.com/san-valentin-is-coming-again/ ).




Conforme llegamos, deshicimos las maletas y nos bajamos al pueblo a buscar un supermercado donde poder comprar comida, bebida, y lima y hierbabuena, para que Tifanny pudiera prepararnos esos mojitos que le salen tan ricos – ella siempre viaja con su botellita de angostura, por si se presenta la ocasión de poner en práctica sus excelentes dotes con los cócteles… ainsss… así es Tifanny 😍😍😍 -.

Camino del supermercado vimos una terraza de un bar repleta de chicos que acababan de llegar de bucear, y no pudimos resistir la tentación de sentarnos “a mirar” y pedirnos unas cervezas mientras tanto – En estos casos, Tifanny es siempre la que más miradas atrae, y así fue también esta vez-. Empezamos a hablar, a comentar sobre los chicos que estaban sentados, tratando de analizar cómo eran y si había posibilidades con alguno. Y, entre miradas y risas, al final acabamos cenando todos juntos.

He de deciros que entre ellos había algunos chicos guapetones y otros que eran “más difíciles de describir”, pero muy agradables (ummmmm …. ¿es eso lo que se dice cuando alguien no te atrae nada, pero no quieres ser políticamente incorrecta?) Y que, después de la cena, cada mochuelo se fue a su olivo, pero no sin que antes Tifanny quedase con uno de ellos para el día siguiente en la playa, y prometer al resto que, por la tarde, prepararía mojitos para todos, claro está, si encontraba los ingredientes para ello en el supermercado por la mañana, porque – como era de esperar – al entretenernos con esos chicos, no llegamos al supermercado… es más, se nos olvidó completamente… 😂😂😂

Apañados los planes para el día siguiente, cuando me fui a levantar recordé que no estaba acostumbrada a beber y no veáis los giros que daba mi cabeza, era como si estuviese subida en un barco navegando en un mar con fuerte marejadilla, y me entraron unas ganas locas de agarrarme a uno de esos chicos guapetones con los que estábamos y rogarle que no me soltara, que yo era la sirena que andaba buscando…

Y es que el alcohol, a veces, tiene el efecto en mí de provocarme una risa imparable, pero otras, me pone extremadamente sensiblera.




Al final, me controlé como pude y, sin perder esa sonrisa que se le queda a una cuando ha bebido un poquito de más, conseguí llegar al apartamento y acostarme en la cama. 

Como sólo había dos camas, nos tocaba compartirla, y mi compañera de sueños ese finde fue Blanche. Como sabéis,




Mi amiga Blanche es de las segundas, de esas personas a las que le cuesta sentirse despierta y a las que, hasta que no ha desayunado, no es ella. Pero, esa mañana cuando abrí los ojos y vi como me miró, intuí que había pasado algo, sobre todo cuando le pregunté si había descansado y me respondió con un ¡NO! tajante…

Ahí fue cuando mi Rose sensiblera empezó a temblar y a pensar en qué podría haberle pasado para que reaccionara así, aunque enseguida se me pasó, porque yo soy de esas personas que se despiertan con una sonrisa y con ganas de cantar y bailar… y sé que eso, a veces, desespera a los que no tienen tanta energía matutina…

Pero, conforme iba avanzando el desayuno, Blanche seguía seria y distante, así que decidí preguntarle de nuevo si la falta de descanso se debía a alguna pesadilla, a lo que me respondió que no.

Como sé que ella es muy políticamente correcta y que le cuesta sincerarse a veces, sobre todo, si se trata de criticar a alguien, y como a insistente no me gana nadie, volví a preguntarle si es que no había podido dormir porque me había movido mucho esa noche, a lo que me dijo que sí, que no había parado de moverme en toda la noche, pero que quizá se debía a alguna pesadilla que había podido tener.

He de reconocer que…




Vamos, que soy un culo inquieto hasta para dormir… y entre eso y que mi amiga Blanche es del tipo de personas a las que le cuesta conciliar el sueño, creo que le debí dar una mala noche. Bueno, eso y que al final me soltó la bomba de la causa de sus desvelos. Me dijo:

“Rose es que no paraste de roncar en toda la noche… Bueno, más que ronquidos eran sonidos tipo “bufalito en celo” lo que salían por tu garganta”

Esas palabras se me quedaron clavadas en mi alma y desearon que la tierra me engullese, porque hasta ese momento, nunca nadie me había dicho que roncaba… y pensar que he podido hacerlo todo este tiempo atrás mientras dormía con los susodichos que han pasado por mi vida, me hacía morirme de vergüenza… porque eso de que una mujer ronque no está bien visto ¿o sí? Ainssss… no veais lo que me impactó saber que, además de no parar de moverme mientras duermo también ronco:

mi miedo más profundo era que el hombre de mi vida roncase más fuerte que mi padre y ahora descubro que esa roncadora soy yo… agggggrrrr…

Dicen por ahí “Ríe y el mundo reirá contigo… Ronca y dormirás sol@… “ pero creo que




¿Será por eso, porque ronco, por lo que no he podido retener a ningún hombre en mi vida? ¿Alguna vez os han dicho que roncáis? ¿Creéis que eso de que sea la mujer la que ronque tira para atrás a los hombres? Y ahora que lo sé ¿cómo voy a poder conciliar el sueño cuando se presente la ocasión de dormir con alguien?

¡¡¡S.O.S.!!!
Necesito vuestros consejos urgentemente… ainssss…

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Amor online, Moda, Otoño, San Valentín
 

Ni el bikini ha sobrevivido a la operación, ni el yogurín al verano… pero

Siempre se puede volver a empezar… ¿verdad?

Y así entre las vacaciones y la vuelta al trabajo estoy tratando de reponerme psicológicamente, intentando asimilar todo lo que ha pasado en el último mes y medio y poder traducirlo en palabras para contároslo…. Porque otra cosa no, pero

surrealismo hay mucho suelto por ahí

aunque lo mejor de todo es que una cuenta con amigas que están ahí siempre que lo necesitas y te ayudan a reponerte con su apoyo incondicional…  




Así que ahí estábamos Marguerite, Blanche, Tiffany, Dorothy y yo sentadas alrededor mío mientras trataban de despegarme del sofá en el que me había instalado desde mi último desengaño amoroso con el yogurín, intentando convencerme de que lo mejor para “reponerme” de mi estado de “fracasada sentimental” era que me diese algo de aire fresco y, de paso, ir a cenar… Después de varios intentos, cansada ya de llorar y con los ojos de sapo que se le quedan a una después de haberse pasado llorando los últimos días – mezcla de la decepción sentimental y el trastorno hormonal que le provoca a una la regla – decidí aceptar su propuesta –no por salir, no, sino porque sabía que a insistentes no les gana nadie y que, de no hacerles caso, iba a tenerlas allí hasta que dijese que sí -. Conforme estaba pronunciando “venga, os hago caso”, ya tenía a Tiffany con las brochas preparada para maquillarme y taparme esas ojeras de oso panda y los ojos vidriosos de pez globo que me había ocasionado la llantina persistente tipo “manantial” que se había instalado en mi ser desde que lo del yogurín se acabase…

Y es que más que maquillaje, en ese momento lo que necesitaba era un doble que saliese a la calle por mí


Así que me dejé maquillar por Tiffany, peinar por Blanche y vestir por Marguerite, mientras Dorothy nos preparaba un cocktail para poder brindar antes de salir de casa por esa juerguecilla que nos íbamos a pegar esa misma noche…Y es que, como decían ellas,  




Así que ahí estábamos las cinco amigas preparadas para comernos la noche, dirigiéndonos hacia un restaurante para cenar algo, donde, nada más abrir la puerta y entrar, me encontré de frente con la realidad:

ahí estaba el yogurín sentado al lado de una chica comiéndose a besos y súper acaramelados…

Fue ahí, en ese preciso instante, cuando me dieron ganas de echar a correr y no parar…  




pero, siguiendo el consejo de mis amigas, decidimos cambiar de plan, dar media vuelta e ir a otro restaurante que -según ellas- acababan de abrir y estaba de moda… Y allí nos plantamos las cinco, mientras esperábamos a que nos diesen mesa, tomándonos unas cervecitas en la barra… que empezaron a hacer en mí ese efecto que sólo el alcohol te hace sentir… interesante y sexy

Y es que ese día el amor podía esperar, pero las cervezas no, ¡que se calentaban!

He de deciros que con el disgusto monumental que tenía se me había cerrado el estómago y no había comido nada más en todo el día…. Por lo que no me hizo falta beber mucho más para sentirme así…pero también sacó mi característica “risa floja” ….aggggggg  




Para celebrar que habíamos conseguido mesa, pedimos una botella de vino… sin ser conscientes de lo peligroso que es mezclar… Pero de eso me dí cuenta ya tarde, cuando sentí ganas de ir al baño y, al tratar de levantarme de la silla, empecé a notar un ligero movimiento modo barco en todo lo que había a mi alrededor… así que puse mi sonrisa, traté de poner la pose más natural que era capaz y empecé a caminar hacia el aseo, con la sensación de andar como si me encontrase dentro del Titanic en plena tormenta perfecta antes de hundirse… Una vez llegué me uní a la cola que había en el baño de chicas para entrar….

¿Alguien me puede explicar por qué siempre hay cola en el baño de chicas? ¿Y por qué tenemos la costumbre de entrar de dos en dos?

Y mientras espera a entrar, empecé a sentir nostalgia y a echar de menos al malo-malote (http://roseapelton.com/imposible-resistirse-a-los-chicos-malos-malotes/), así que, ni corta ni perezosa, saqué el móvil del bolso y le mandé un mensaje:

“Hoy es uno de esos días en los que me hace falta un abrazo tuyo…”

 
 


Con tanta tecnología y aún nadie ha inventado un teléfono tan inteligente como para que cuando vas con dos copas de más, sea capaz de decirte: “Los sentimos. Opción de llamar y de enviar mensajes bloqueadas hasta que se te bajen los efectos del alcohol”


Y ahí estaba yo, de pie en la cola del baño mirando a la pantallita de mi móvil mientras la pantalla me miraba a mí, esperando a recibir una respuesta, cuando me tocó el turno de entrar cuando me di cuenta que debía de salirse el agua y estaba todo el suelo inundado y sin un sitio donde colgar el bolso… así que, con el bolso colgado de mi hombro derecho, las patas de los pantalones remangadas (para que no tocasen el suelo), y los pantalones bajados, tuve que ponerme a hacer pis tratando de mantener el equilibrio por partida triple: el del bolso que se deslizaba del hombro, el de los pantalones que se me escurrían hacia el suelo y el mío personal… Cuando parecía que lo tenía todo bajo control, de golpe sonó el móvil indicando que tenía un mensaje de Whatsapp nuevo, pero en ese preciso momento se apagó la luz…  




Yo, que quería terminar rápido para poder leer el mensaje, intenté tantear las paredes en busca del papel higiénico, mientras hacía movimientos calculados milimétricamente para sostener los pantalones con una mano, el bolso en el aire y levantaba el otro brazo hacia arriba como si fuera la reina madre saludando a la multitud, tratando de que con el movimiento se encendiese de nuevo la luz… pero nada… ese sensor no me reconoció hasta que me incorporé, me recompuse y salí como pude de ese pantanal en el que se había convertido el baño… El mensaje que me había mandado el malo-malote era:

“Me encantaría poder darte ese abrazo… pero estoy fuera de viaje hasta dentro de una semana…. A la vuelta te aviso y te recompensaré como sólo tú lo mereces”

Y con un tremendo suspiro me dispuse a sentarme de nuevo en la mesa con mis amigas…. Del restaurante fuimos a un bar a tomarnos una copa… Ya contentas de más las cinco amigas, entramos como si fuésemos las protagonistas de “Sexo en Nueva York”, con ese glamour aparente que dos cervezas y una botella de vino te dan… Tiffany pidió unos gin tonics para todas mientras las demás empezamos a bailar al ritmo de la música….cuando, de repente, vemos que un chico se acerca a Marguerite y se le presenta diciéndole:

“Hola guapa, yo soy Arturo y acabo de enamorarme de ti… así que te agradecería que me dieras tu teléfono que tú y yo nos vamos a ver mucho a partir de ahora”


Al principio empezamos todas a reírnos a carcajadas, pero fuimos dejando de reírnos conforme vimos que la cara de Marguerite era también de “flechazo” por el chico….. Pero yo, fue escuchar eso y no pude contener las lágrimas… no sabía si reír o llorar… porque no hay cosa que te desmonte más que ver a otra persona en plan romántico con una amiga tuya, mientras tú estás con el corazón roto.

¿Os ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Me podéis dar algún consejo para salir de este bache sentimental? ¿Qué hago si me llama el malo-malote de nuevo?

¡¡S.O.S.!! ¡Necesito vuestros consejos!!

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Deportes, Invierno, Moda

Tratando de reponerme del último desengaño amoroso (http://roseapelton.com/tarari-que-te-vi/), y teniendo en cuenta mi filosofía de que “Rendirse no es una opción”, decidí quedar a tomar café con mis amigas, Marguerite, Dorothy, Blanche, Deva y Tiffany, para ver qué camino tomar para salir de esta situación que no sabía si era flojera o paz interior…

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Ubuntu comunicacin