Rose Apelton

Running deporte alto riesgo amor

Tratando de reponerme del último desengaño amoroso (http://roseapelton.com/tarari-que-te-vi/), y teniendo en cuenta mi filosofía de que “Rendirse no es una opción”, decidí quedar a tomar café con mis amigas, Marguerite, Dorothy, Blanche, Deva y Tiffany, para ver qué camino tomar para salir de esta situación que no sabía si era flojera o paz interior… Y ahí, en un café que derivó en copas, llegamos a la conclusión de que

Conocer chicos diferentes

Y como el circo y las acrobacias no son lo mío, decidí probar con el running… vamos, con lo que de toda la vida ha sido “salir a correr” … pero con mallas… porque –pensé- no veas la de gente que hace eso ahora, debe estar de moda… y Rose Apelton no se va a quedar fuera… ¡faltaría más! Así que mis amigas organizaron un día de compras dedicado al running… porque ahora no vale salir a correr con la camiseta más gastada que tengas y cualquier pantalón de deporte, como hacíamos antes, no!!


Ahora hay un millón de prendas, cada cual más fosforita y tan brillantes que algún día un runner de esos que salen cuando la luz escasea, va a ser secuestrado directamente por una urraca…

Y cuatro horas después de que Marguerite y Tiffany me retuviesen en un probador bajo amenaza de que si no conseguía ir vestida de lo más cool, no iba a encontrar hombres interesantes, conseguí hacerme con el equipo entero, incluida una maravillosa gorra –para evitar que el sol me diese en toda la cara y que me saliesen las tan temidas pecas -.

Así que a la mañana ahí estaba yo, a las 8 de la mañana de un sábado, parada en uno de los lados de un parque cerca de casa, con un ruido de tripas tremendo por el hambre que llevaba (no desayuné por si se me cortaba la digestión) pero con la mejor de mis sonrisas, dispuesta a hacerme el recorrido enterito…

Y sí, empecé con mucha energía, y conforme iba avanzando me crucé con varios chicos guapísimos con cuerpos atléticos cual Adonis… -aunque no sé si los veía así por la emoción o por el hambre que llevaba -, con unas mallas que les marcaban bien las carnes y dejaban poco a la imaginación de una… No sé si os pasa a vosotras, pero



Y no habían pasado ni cinco minutos cuando uno de los chicos que iba corriendo me adelantó y se dio la vuelta para guiñarme un ojo.


En ese momento, sentí un pinchazo en el pecho y pensé, “Rose, te has enamorado… pero no, era el aro del sujetador que se me había salido”

Así, que, me lo arreglé como buenamente una puede arreglarse el sujetador en un espacio público… y continué corriendo a una velocidad – yo diría- bastante interesante, hasta que empecé a sentir un pinchazo en el costado y a notar que la zapatilla del pie derecho estaba empezando a rozarme el talón… Pero yo, enérgica que iba, decidí no hacer caso y seguir con mi “buen ritmo”, conforme notaba que la sangre iba acumulándose en mi cara, que cada vez sentía más caliente y roja…


Normalmente hago tan poco deporte que les tengo dicho a mis amigas que si un día me ven correr, empiecen ellas también a correr, porque algo grave pasa, ¡seguro!

Así que a los veinte minutos de haber empezado, casi sin poder respirar decidí pararme un poco y apoyarme en un árbol, momento en el que uno de los “runners” auténticos – y digo eso porque el susodicho llevaba, cual muñeco Iron Man, todo tipo de artilugios en los brazos, y más que salir a hacer deporte parecía que iba preparado para la guerra del fin del mundo- se paró y me preguntó:



Así que él, sin más, empezó a explicarme cómo tenía que poner el cuerpo, ayudándome con tal suavidad y sutileza que salió mi Rose seductora pensando ¡¡¡Ves Rose cómo es posible encontrar hombres apuestos y majos con esto del running!!! Y mientras me explicaba cómo hacer las rotaciones y estiramientos y me ayudaba a colocar el cuerpo… mi mente no paraba de pensar ¡qué bien huele! ¡y es guapísimo! – ¡esto está saliendo de maravilla Rose Apelton! Yuhuuuuu… Y fue cuestión de un segundo cuando, tratando de hacer una de esas “rotaciones”, mi cuerpo se tambaleó y, antes de caer al suelo, él me cogió en sus brazos…. a los que –he de decir que – me agarré como si no hubiera un mañana… Y ahí, tirados en el suelo, parecieron pasar horas… nuestras caras se acercaron y casi nos besamos…



Mi Rose seductora quería empezar a pegar saltos de alegría, pero el costado lo tenía casi paralizado de dolor…


Entonces, fue cuando él me sonrió y me dijo “Eres muy guapa”… Y yo, con la cara a punto de estallar de lo roja que la llevaba, quise levantar la mirada otra vez, pero no medí las distancias ni recordé que llevaba una gorra puesta… así que al levantar la cabeza para sonreírle, le clavé la visera de la gorra en la cara y casi le saco un ojo al pobre.


Yo: Ayayayayay… ¡qué desastre! ¡Lo siento mucho!
Él (llorando por el ojo que se le iba poniendo rojo-morado por momentos) ¡No te preocupes! ¡No pasa nada!.. Venga, vamos que te acompaño…

Y fue levantarme, hacer el esfuerzo de incorporarme, cuando un sonoro sonido salió de mi cuerpo cual monstruo que emerge de las aguas con toda su furia… Y no sabía dónde meterme… Mi sensación era mezcla de vergüenza, mezcla de alivio, porque fue salir ese aire que llevaba y desaparecer los pinchazos del costado… Y me volvía a sentir de nuevo ligera, cual pajarito…


Pero la cara de él era un poema: sus ojos desencajados y casi sin voz … ¿qué decir en esas situaciones, verdad? Ufffff… 


Así que me apresuré a decirle: No te preocupes, que tengo algo de prisa… me voy sola.. Y él asintió, con cara de alivio… Y ahí quedó todo…


Que sí… que sí… que eso de salir a correr está bien, pero, definitivamente, no es para encontrar el amor, no es para mí…


Después de esa experiencia he descubierto que eso del running es un deporte de alto riesgo para mí y que Rose Apelton no está hecha para ligar corriendo… Así que seguiré intentándolo a la manera tradicional, salvo que me indiquéis alguna otra sugerencia. ¿Habéis tenido alguna experiencia similar por querer hacer algo diferente para encontrar el amor?

10 respuestas

  1. ¡¡Me ha encantado!!.
    Soy de las típicas personas que si una historia no me «cautiva» desde el minuto uno, dejo de leerla de repente. Sin embargo, tus relatos me «enganchan» y me parecen cortos.
    Así que … gracias por escribir maravillosamente bien y por hacernos reír en cada uno de ellos.
    Yo siempre digo que todos tenemos nuestra «media naranja» y algunos su «medio limón» …

    1. Un millón de gracias por tu comentario mi Querida Esther!!!! <3 <3

      No te imaginas lo que me motivan tus palabras para seguir compartiendo mis historias con vosotros!!! Me encanta que consiga hacerte reír con las aventuras que me pasan (a mí y, veo que también, a miles de chicas más...) ¡No hay sensación más maravillosa en el mundo que la de reírse! Y si esa risa viene provocada por cosas surrealistas que nos suceden en el día a día, la risa es más gratificante todavía...

      La vida es un ratito y hay que desdramatizarla al máximo posible!! (aunque te toque un medio limón agrio como el que más o una media naranja sin jugo 😉

      El objetivo de este proyecto que lancé hace dos meses era conseguir el máximo número de personas felices y sonrientes en el mundo!! ¡Así que encantada de tenerte en el club para poder darme la oportunidad de seguir sacándote una sonrisa a cada ratito tuyo que pueda!

      Espero seguir contando con tus comentarios!!

      Un abrazo enorme!!!

  2. Ja,ja!! Gracias Vicenzo, ahora entiendo por qué no ligaba yo!!
    Mis atuendos hablaban por mí sin ni siquiera darme la oportunidad ; parecían gritar:
    -«Dejadme sitio!»,… «dejadme sitio!»…
    Imaginaos:
    Chándal amarillo fluorescente, con hueco en cada pata del pantalón para dos piernazas de las mías!!
    La chaqueta abierta y meciéndose al viento, podía servirme hasta de paracaídas!!! Waufff!!!
    Hello Rose!

    1. Jajajajaja… me parto con tu comentario mi Querida Lindsey!!!

      Veo que tú también has probado esto del running y la ropa deportiva color reflectante tipo poste de señalización… 😉

      Definitivamente, deberíamos viralizar de nuevo esa moda de chándal anchote y ultra cómodo con el que, como dices, cuando corríamos, la chaqueta parecía más un paracaídas o una capa de superhéroe que te hacía sentir la reina del mundo!!! Con esa ropa una no dudaba a la hora de moverse libremente… no como con las mallas esas tan pegadas que se estilan ahora, con las que una tiene miedo a que se le bloquee la circulación sanguínea y el riego no llegue debidamente a la cabeza después de hacer un esfuerzo con ellas puestas…

      Un abrazo enorme!!!

  3. Por eso es mejor salir con las zapatillas viejas, la camiseta de propaganda que no la hay más fea y unos pantalones anchos de deporte, hasta las rodillas y de marca Mike.
    Si consigues atraer a alguièn con esa indumentaria, lo demás no importará.
    Dispuesto a demostrártelo cuando quieras.

    1. Pero si eso mismo le decía yo a mis amigas Tiffany y Marguerite, mi Querido Vicenzo!!! Y ellas, erre que erre que no podía salir de esa guisa a hacer running… y tanto insistieron que al final claudiqué y fui con ellas a una tienda de ropa deportiva, donde me «secuestraron» en el probador por más de cuatro horas, para dejarme salir ya cuando parecía un poste de señalización nocturna: toda fosforita y reflectante a más no poder….

      Con lo cómodo que es salir a correr como tú dices…!!! A partir de ahora seguiré tu genial consejo y me fijaé más en los corredores que van «al natural», sin tanto aparato ni aparejo brillante ¡claro que sí!

      Un fuerte abrazo!!!

  4. Me parto de risa con tus aventuras. Cómo puede pasarte eso y ser capaz de contarlo con tanta naturalidad???. Seguro que ese chico querrá volver a cruzarse contigo.

    1. Ay ay ay ay…. mi Querida Mluz!!! Eso mismo me pregunto yo!!! ¿Cómo es posible que me pasen tales cosas cuando empezaba a sentirme tan bien? Aunque ahora que lo pienso, quizás fue debido a que me relajé tanto y me dejé llevar tan pronto, que mi cuerpo hizo lo propio y se liberó…. ¡creía morir de vergüenza en ese momento!! Agggggggg…..

      Ojalá pueda volver a tener una segunda oportunidad con ese chico!!! Y espero que en esa ocasión, tenga amnesia sobre el final de nuestro encuentro… jajajajaja….

      Os seguiré informando de mis nuevas experiencias para conocer a chicos diferentes 😉

      Un abrazo enorme!!

  5. Jajajaja, amiga, esa equipación deportiva que te hemos ayudado a conseguir entre Marguerite y una servidora, con ese glamour tuyo, no puede ser desperdiciada, así que, a ponerse las pilas y a otro reto: ES HORA DEL GYM, ahora toca apuntarse a un gimnasio de esos «cool » ( ya te recomendaré yo) y cual ingenua aprendiz a dejarse enseñar por los monitores y compañeros. Te aseguro que es un mundo donde se puede ligar muchísimo y hacer nuevas amistades.
    Seguro que podemos sacar nuevas experiencias de ahí para poder comentarlas con tus queridas lectoras.
    SIEMPRE HAY QUE HACER COSAS DIFERENTES, vamos a por ellas!

    1. Me encanta la idea que propones mi Querida Tiffany!!! A aprovechar esa equipación que me ayudasteis a conseguir después de cerca de cuatro horas en el probador «secuestrada»… 😉 Aunque no sé yo si voy a tener que llevar gafas de sol para todos los que vayan a verme en el gimnasio, no vaya a ser que de tanto fosforito como llevo encima con esas mallas, camiseta y zapatillas, los deje ciegos…. jajajaja…

      ¡Definitivamente, eso sí va a ser una nueva experiencia!! Porque, como bien sabes, cada vez que pienso en ir al gimnasio me entra más flojera que el diseñador de la bandera de Japón!!

      Un abrazo enorme mi Querida Tiffany!!!

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