Good Contents Are Everywhere, But Here, We Deliver The Best of The Best.Please Hold on!
Data is Loading...
Your address will show here +12 34 56 78
San Valentín
Creo que este año he descubierto dónde está el problema con este Cupido que me ha tocado por destino que, de santo, debe de tener poco, y con el que he llegado a pensar en varias teorías. Os cuento:

Opción A.- Es trabajador de la empresa “San Valentín, SL”, que va a su puñetera bola porque, por el poco sueldo que le deben pagar, su nivel de motivación debe ser más bien escasito, con lo que se distrae con facilidad. De ahí que las flechas las lance a susodichos que pasaban por allí en ese momento, pero que no tenían que estar en mi vida.




Eso, o debe de ser miope y solo reconoce a los susodichos cuando se acercan demasiado a mi vida, momento en el que ya no tiene capacidad de reacción.




Opción B.- Es becario del departamento de I+D+i de “San Valentín, SL”, encargado de hacer pruebas hasta alcanzar el límite del producto que están testeando… O del departamento de creatividad, porque imaginación no le falta. De hecho, creo que el detalle del que carecen los susodichos que me envía lo hace para que yo le demuestre que, aún de la nada, es posible sacar sonrisas (claro está, a mi costa… agrrrr). Sea como fuere, creo que está conchabado con el guionista de mi vida y que, entre los dos, están escribiendo un guion conjunto digno de premio Óscar… Papeletas tienen en abundancia para ganarlo, ¡ya lo creo!




Opción C.- Está enamorado del hombre de mi vida y lo tiene distraído con sus jueguecillos para que no llegue a mí. Mientras tanto, a mí me va enviando todos los susodichos que encuentra en su camino para mantenerme entretenida y que no me queje a su jefe.




Opción D.- Tiene un humor ácido (británico lo llaman otros) y no para de provocar situaciones en mi vida cada vez más surrealistas que no logro a llegar a entender porque la trama va ganando en hiperrealismo.




Eso, o es que le encantan los jeroglíficos y yo no consigo descifrar ni uno… 




Sea como sea, aquí me tenéis otro año más sin poder celebrarlo con ese amor de mi vida que, sé, que me está buscando desesperadamente; otro año más comiendo bombones en forma de corazón como si no hubiera un mañana y otro año más acordándome de Cupido, de San Valentín y de sus familias respectivas y deseando que haya una reestructuración de plantilla y que me lo cambien por alguien más competente… O ¿quizás sea mejor que me quede como estoy ahora, por eso que dicen de que “Más vale malo conocido que bueno por conocer”?


¿Qué haríais vosotr@s: pedir cambio de Cupido o aguantar con el que me ha tocado? ¿Creéis que mis teorías son disparatadas y que se me está pegando el humor ácido de mi San Valentín?

2

San Valentín
No os vais a creer lo que me ha pasado este último mes… Conocí a un chico por casualidad hace unas semanas y como se acerca el día de los enamorados no sé cómo actuar… así que necesito vuestro consejo cuanto antes… Os cuento:

Veréis… tropezamos un día casi literalmente el uno con el otro en un sitio más que inesperado… Yo iba ese día acompañando a mi amiga Blanche a sus clases de salsa a regañadientes, ya que no me apetecía nada moverme de mi sofá con el frío que hacía esa tarde, pero mi conciencia no me permitía ni ver a una de mis mejores amigas diciéndome que le hacía ilusión aprender a bailar salsa conmigo, ni mis lorcitas a los lados de mi cuerpo me permitían seguir quedándome sentada por más tiempo…


– y digo «lorcitas» por llamar de alguna forma cariñosa a esos flotadores que se instalan alrededor de tu cintura y que se pegan a tu cuerpo mejor que el pegamento ese súper rápido – 😱




Así que allí nos presentamos Blanche y yo, y allí fue donde lo conocí y donde empezó todo (os contaré toda la historia en detalle en breve, os lo prometo 😉) .

Esben – creo que se llama así -, parece un chico súper especial… y digo «parece» porque lo conozco poquito tiempo, pero es que, encima, es extranjero (de Noruega, por lo que he llegado a entender) y, aunque el lenguaje del amor es universal, Esben está aprendiendo español y sólo habla palabras sueltas en inglés, así que


a veces nos entendemos y otras veces, directamente, nos besamos… pero nos llevamos bien… 😜



Y como lo conozco sólo desde hace unas semanas, no sé si quiere algo más que un simple «rollo» conmigo, ni tampoco yo sé si quiero algo más con él… vamos, que todavía no sé hacia dónde va la relación… y el problema principal viene ahora que se acerca San Valentín, ya que como todos vosotr@s sabéis (http://roseapelton.com/como-otra-vez-san-valentin/), soy una apasionada defensora de celebrar el amor, especialmente en el Día de los Enamorados… pero, claro, con el poco tiempo que llevo saliendo con este chico, no sé yo si darme el gusto y proponerle quedar a cenar ese día – así directa al grano como quien no quiere la cosa-, o quedarme en casita en pijama esperando a que venga ese Cupido que tantos años me ha estado «engañando» a mí y a un@s cuant@s más solter@s del mundo y explicárselo…
Es más, estoy pensando en que si este año no me doy el gusto de celebrarlo por todo lo alto, esa noche voy a organizar una manifestación -ahora que se llevan tanto- para congregar a tod@s l@s solter@s del mundo y que cada uno pueda explicar a Cupido cara a cara -quizás hacerle un esquema puede ser mejor opción-, de qué tipo de pareja va buscando cada un@ de nosotros, a ver si así el próximo año podemos celebrarlo mundialmente por todo lo alto como manda la tradición… 

Porque ¡¡¡menuda rachita lleva este San Valentín dichoso!!! 🧐 Aunque igual todos estos años ha estado pasando olímpicamente de mí y me ha asignado a un becario en prácticas que está aprendiendo conmigo a trompicones, o se aburre mucho y quiere reírse a mi costa adjudicándome hombres anti-detallistas, anti-romanticismo y con auténtico pánico al compromiso… – ¡¡¡va a ser eso!!!


¡¡¡A que ahora resulta que Rose Apelton está alcanzando récords de máxima audiencia en la sección de Humor Negro de Tele Cupido!!! Agrrrrrr….




Pues bien, como os digo, todavía no me ha dado tiempo a descubrir si este vikingo al que estoy conociendo tiene un lado romántico, pero algunos detalles sí ha tenido conmigo, así que, si al final no es como los demás susodichos que he conocido a lo largo de mis 43 añitos,


espero que cuando saque a florecer su lado romántico no se pase, porque una no está acostumbrada al exceso de palabras edulcoradas y mis niveles de azúcar pueden subir considerablemente…


Pero mientras tanto, no sé si quiero arriesgarme a proponerle cenar el día de San Valentín juntos, no vaya a ser que, si lo hago, se asuste y eche a correr y no me dé más opción a seguir conociéndole… ainsssss…

En principio parece que es tierno, dulce y risueño y que le gustan los detalles… y ahí es donde me surge la segunda duda, ya que como sabe que soy una fiel defensora de celebrar el día de los Enamorados – de eso doy fe que se ha enterado bien -, no sé si ese día aparecerá o no con algún detallito para mí y, si yo no he comprado nada para él, temo quedarme con cara de panoli intentando hacerme la sorprendida…



Ufffff… ya veis que hoy sí que necesito de vuestros consejos urgentísimos… porque se acerca el día y no sé cómo actuar:

¿Le propongo una cena para ese día aunque sólo llevamos unas semanas conociéndonos? ¿Se asustará si lo hago?

¿Le compro algún detalle para regalarle en caso de que él me sorprenda con algo? o ¿le doy el regalo aunque él no me haya comprado nada?

¿Qué se le regala a un chico con el que sólo has quedado tres fines de semana pero que es la excusa perfecta para poder celebrar este año San Valentín? 🤦‍♀️
9

Amor online, Moda, Otoño, San Valentín
 

Ni el bikini ha sobrevivido a la operación, ni el yogurín al verano… pero

Siempre se puede volver a empezar… ¿verdad?

Y así entre las vacaciones y la vuelta al trabajo estoy tratando de reponerme psicológicamente, intentando asimilar todo lo que ha pasado en el último mes y medio y poder traducirlo en palabras para contároslo…. Porque otra cosa no, pero

surrealismo hay mucho suelto por ahí

aunque lo mejor de todo es que una cuenta con amigas que están ahí siempre que lo necesitas y te ayudan a reponerte con su apoyo incondicional…  




Así que ahí estábamos Marguerite, Blanche, Tiffany, Dorothy y yo sentadas alrededor mío mientras trataban de despegarme del sofá en el que me había instalado desde mi último desengaño amoroso con el yogurín, intentando convencerme de que lo mejor para “reponerme” de mi estado de “fracasada sentimental” era que me diese algo de aire fresco y, de paso, ir a cenar… Después de varios intentos, cansada ya de llorar y con los ojos de sapo que se le quedan a una después de haberse pasado llorando los últimos días – mezcla de la decepción sentimental y el trastorno hormonal que le provoca a una la regla – decidí aceptar su propuesta –no por salir, no, sino porque sabía que a insistentes no les gana nadie y que, de no hacerles caso, iba a tenerlas allí hasta que dijese que sí -. Conforme estaba pronunciando “venga, os hago caso”, ya tenía a Tiffany con las brochas preparada para maquillarme y taparme esas ojeras de oso panda y los ojos vidriosos de pez globo que me había ocasionado la llantina persistente tipo “manantial” que se había instalado en mi ser desde que lo del yogurín se acabase…

Y es que más que maquillaje, en ese momento lo que necesitaba era un doble que saliese a la calle por mí


Así que me dejé maquillar por Tiffany, peinar por Blanche y vestir por Marguerite, mientras Dorothy nos preparaba un cocktail para poder brindar antes de salir de casa por esa juerguecilla que nos íbamos a pegar esa misma noche…Y es que, como decían ellas,  




Así que ahí estábamos las cinco amigas preparadas para comernos la noche, dirigiéndonos hacia un restaurante para cenar algo, donde, nada más abrir la puerta y entrar, me encontré de frente con la realidad:

ahí estaba el yogurín sentado al lado de una chica comiéndose a besos y súper acaramelados…

Fue ahí, en ese preciso instante, cuando me dieron ganas de echar a correr y no parar…  




pero, siguiendo el consejo de mis amigas, decidimos cambiar de plan, dar media vuelta e ir a otro restaurante que -según ellas- acababan de abrir y estaba de moda… Y allí nos plantamos las cinco, mientras esperábamos a que nos diesen mesa, tomándonos unas cervecitas en la barra… que empezaron a hacer en mí ese efecto que sólo el alcohol te hace sentir… interesante y sexy

Y es que ese día el amor podía esperar, pero las cervezas no, ¡que se calentaban!

He de deciros que con el disgusto monumental que tenía se me había cerrado el estómago y no había comido nada más en todo el día…. Por lo que no me hizo falta beber mucho más para sentirme así…pero también sacó mi característica “risa floja” ….aggggggg  




Para celebrar que habíamos conseguido mesa, pedimos una botella de vino… sin ser conscientes de lo peligroso que es mezclar… Pero de eso me dí cuenta ya tarde, cuando sentí ganas de ir al baño y, al tratar de levantarme de la silla, empecé a notar un ligero movimiento modo barco en todo lo que había a mi alrededor… así que puse mi sonrisa, traté de poner la pose más natural que era capaz y empecé a caminar hacia el aseo, con la sensación de andar como si me encontrase dentro del Titanic en plena tormenta perfecta antes de hundirse… Una vez llegué me uní a la cola que había en el baño de chicas para entrar….

¿Alguien me puede explicar por qué siempre hay cola en el baño de chicas? ¿Y por qué tenemos la costumbre de entrar de dos en dos?

Y mientras espera a entrar, empecé a sentir nostalgia y a echar de menos al malo-malote (http://roseapelton.com/imposible-resistirse-a-los-chicos-malos-malotes/), así que, ni corta ni perezosa, saqué el móvil del bolso y le mandé un mensaje:

“Hoy es uno de esos días en los que me hace falta un abrazo tuyo…”

 
 


Con tanta tecnología y aún nadie ha inventado un teléfono tan inteligente como para que cuando vas con dos copas de más, sea capaz de decirte: “Los sentimos. Opción de llamar y de enviar mensajes bloqueadas hasta que se te bajen los efectos del alcohol”


Y ahí estaba yo, de pie en la cola del baño mirando a la pantallita de mi móvil mientras la pantalla me miraba a mí, esperando a recibir una respuesta, cuando me tocó el turno de entrar cuando me di cuenta que debía de salirse el agua y estaba todo el suelo inundado y sin un sitio donde colgar el bolso… así que, con el bolso colgado de mi hombro derecho, las patas de los pantalones remangadas (para que no tocasen el suelo), y los pantalones bajados, tuve que ponerme a hacer pis tratando de mantener el equilibrio por partida triple: el del bolso que se deslizaba del hombro, el de los pantalones que se me escurrían hacia el suelo y el mío personal… Cuando parecía que lo tenía todo bajo control, de golpe sonó el móvil indicando que tenía un mensaje de Whatsapp nuevo, pero en ese preciso momento se apagó la luz…  




Yo, que quería terminar rápido para poder leer el mensaje, intenté tantear las paredes en busca del papel higiénico, mientras hacía movimientos calculados milimétricamente para sostener los pantalones con una mano, el bolso en el aire y levantaba el otro brazo hacia arriba como si fuera la reina madre saludando a la multitud, tratando de que con el movimiento se encendiese de nuevo la luz… pero nada… ese sensor no me reconoció hasta que me incorporé, me recompuse y salí como pude de ese pantanal en el que se había convertido el baño… El mensaje que me había mandado el malo-malote era:

“Me encantaría poder darte ese abrazo… pero estoy fuera de viaje hasta dentro de una semana…. A la vuelta te aviso y te recompensaré como sólo tú lo mereces”

Y con un tremendo suspiro me dispuse a sentarme de nuevo en la mesa con mis amigas…. Del restaurante fuimos a un bar a tomarnos una copa… Ya contentas de más las cinco amigas, entramos como si fuésemos las protagonistas de “Sexo en Nueva York”, con ese glamour aparente que dos cervezas y una botella de vino te dan… Tiffany pidió unos gin tonics para todas mientras las demás empezamos a bailar al ritmo de la música….cuando, de repente, vemos que un chico se acerca a Marguerite y se le presenta diciéndole:

“Hola guapa, yo soy Arturo y acabo de enamorarme de ti… así que te agradecería que me dieras tu teléfono que tú y yo nos vamos a ver mucho a partir de ahora”


Al principio empezamos todas a reírnos a carcajadas, pero fuimos dejando de reírnos conforme vimos que la cara de Marguerite era también de “flechazo” por el chico….. Pero yo, fue escuchar eso y no pude contener las lágrimas… no sabía si reír o llorar… porque no hay cosa que te desmonte más que ver a otra persona en plan romántico con una amiga tuya, mientras tú estás con el corazón roto.

¿Os ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Me podéis dar algún consejo para salir de este bache sentimental? ¿Qué hago si me llama el malo-malote de nuevo?

¡¡S.O.S.!! ¡Necesito vuestros consejos!!

20

Amor online, Invierno, San Valentín

parte-ii




Y pasó a recogerme y fue verlo, fue cruzarnos las miradas y pensar, uyuyuyuyuy Rose… que este hombre parece que realmente está interesado por ti, porque esas miraditas no son normales….😍💕😍


Y así estuvimos más de tres horas hablando, tomando café, sonriendo, y mirándonos… Y no paraba de decirme mientras se despedía “Hay que ver lo rápido que se me ha pasado el tiempo y lo bien que he estado contigo”

Ahí se sinceró como, creo, que nunca lo había hecho con una mujer. Me dijo que hacía dos meses que se había divorciado y que estaba reiniciando su vida y retomando los contactos interesantes…

¡sí, habéis oído bien!, ¡a mí, a Rose Apelton, me incluyó entre sus contactos interesantes! Wowwwwww


Cuando oí eso, mi Rose saltarina pegó un doble salto mortal invertido con voltereta lateral y empezó a bailar cual posesa gritando ¡lo sabía! ¡lo sabía! Wowwwww…. y requetewowwwwww💃💃💃💃

Esa noche me dejé llevar e, incumpliendo todos los consejos del mundo para solteras, le escribí un mensaje de WhatsApp en el que le decía que me había encantado verlo de nuevo y que yo también había disfrutado muchísimo…

Y dos minutos después, recibo como respuesta suya:

“Espero tener la oportunidad de repetir muy pronto. Besos”


No os exagero si os digo que esa noche no pegué ojo, mezcla de la emoción de saber que él quería volver a verme, mezcla de la incredulidad de que ese chico tan maravilloso me estuviese diciendo eso a mí, a Rose Apelton!!!

Así que yo, emocionada a más no poder, y con el fin de que no se enfriase la cosa – una oportunidad de estas no se le presenta a una todos los días – decido proponerle a la mañana siguiente volver a quedar… A lo que él me responde “No puedo porque salgo de viaje… pero a la semana que viene nos vemos seguro!! ¿te parece?”

Y dicho y hecho, el día que hacía justo una semana, recibo un mensaje de WhatsApp diciendo:

“Hola Rose!! Cómo estás?…. Yo llevo una semana a tope, pero si te apetece esta tarde, podemos vernos … Ya me dices ”


Y ahí es cuando tuve mi primera crisis de ansiedad… 😣 Os cuento: el día de antes, sábado, me dejé llevar por la fiesta y ese día que James me mandó el mensaje, ni mi cuerpo ni mi cabeza estaban para quedar con nadie… Además, desoyendo a las actrices de Hollywood y a sus secretos de belleza, la noche anterior había llegado tan cansada que ni me había molestado en desmaquillarme, así que todavía tenía lo que ahora llaman en los anuncios “ojos de panda”🐼 (¡manda narices el nombrecito!)

Así que, después de repetirme varias veces cual mantra (¿o fue una sola vez y con la resaca se produjo el eco dentro de mi cabeza??):

“Esto no me puede estar pasando a mí”

y tratar de calmarme para tomar el control de la situación, le respondí:

“Buenos días James! Me encantaría, pero hoy estoy con el virus del estómago (esa excusa y la del periodo siempre funciona, porque no admite preguntas… 😉 Si mañana me encuentro mejor, te aviso y quedamos, ¿ok? Un abrazo!


A lo que él me responde:

«Mañana no puedo, pero te aviso cuando tenga un hueco, ¡seguro!»


Ahí puse en acción el consejo de mi amiga Marguerite


regla-numero-2-del-flirteo


Y no tuve que esperar mucho, porque, dos días después me estaba diciendo


“Necesito verte, así que si quieres y puedes, paso por tu casa y tomamos café. ¿Cómo te viene?”


Ahí fue cuando me dio mi primer microinfarto, porque yo estaba de viaje esa semana, así que iba a tener que rechazar de nuevo su invitación… Aggggggg… ¡maldita sea!

Quería que la tierra me tragase, coger al guionista de mi vida del cuello y pedirle explicaciones de por qué me hacía esto a mí… Ainssssss

Lo bueno, yo regresaba al día siguiente, así que le dije “Podemos quedar mañana por la tarde… O si no, en una semana”

Y su respuesta no se hizo esperar ni un minuto: “👍Mañana por la tarde perfecto!”

Y así fue como volvimos a vernos y volví a estar tomando café sentada al lado del hombre con la sonrisa más atractiva y brillante del mundo…Yo, Rose Apelton,  una chica del montón!!!

Y ahí estuvimos cerca de cuatro horas disfrutando de la compañía y de la charla, y sin parar de decir “Rose, a tu lado se me pasa el tiempo volando”

Y yo, con ganas de gritar a los cuatro vientos: “Rose, le gustas!!” “Rose, menuda buena pareja hacéis; Wowwww” (mientras mi Rose saltarina bailaba loca de contenta)

Pero ahí creo que cometí el segundo error, que fue enviarle esa misma noche un mensaje agradeciéndole de nuevo el ratito tan genial que me había hecho pasar esa tarde… Y digo error, porque,

a partir de ese día, no tuve respuesta alguna por su parte, salvo un “Hablamos pronto”

Y no fue hasta pasados varios meses, el día antes de San Valentín, cuando recibo un mensaje suyo con una invitación a comer el día 14 de febrero…. Ahí fue cuando pensé que esto ya iba en serio, que se estaba tomando mucho interés en quedar conmigo, y más, un día tan señalado, así que me dije:

“Ya está Rose, ya lo has encontrado”…💘

Y ese día fue maravilloso… Lo pasamos genial… Incluso, esa misma noche, me envió un mensaje que decía: “Me lo he pasado muy bien…. Nos vemos pronto de nuevo”


que-el-mundo-se-pare



Y así fueron pasando los días, mientras conversábamos por WhatsApp de las cosas que nos iban pasando entre semana (conversaciones iniciadas por mí, he de reconocer)… Hasta que me vuelve a proponer quedar a comer, pero esta vez en su casa… Y yo no sabía dónde meterme de loca de contenta que estaba…

“Sí, a ti Rose, a ti… quiere volver a quedar contigo por enésima vez!!! ¡Está como loco por volver a verte, sí!!!


Y allí que me planté en su casa, con una botella de vino, recién depilada y con la mejor ropa interior que tenía, preparada para el aperitivo, la cena y el postre….para poder sellar esa relación maravillosa que llevaba creciendo entre nosotros desde hacía más de un año…

Pero, cuál fue mi sorpresa que, conforme empezamos a cenar, saca su teléfono móvil y me empieza a enseñar fotos de todos los ligues que ha tenido este tiempo que está divorciado… Y me dice que, dado que me considera una gran amiga (remarcando lo de “amiga”), necesita pedirme consejo sobre una chica de la que está perdidamente enamorado…😱😨


Ahí si no me morí del soponcio, estuve a punto…


ese-momento-en-el-que-de-golpe-y-sin-querer



Ese momento en el que, pese a sentirte así, tienes que seguir sonriendo como La Mona Lisa, porque te acabas de dar cuenta de que sólo te buscaba como “amiga” y que no tenía interés otro alguno en ti… Ese momento en el que gritas:


al-diablo-el-amor



Moraleja: después de esta experiencia, y vistas mis “dotes” para que los hombres se sinceren tanto conmigo y me vean como su “amiguísima”, he decidido que voy a empezar a trabajar como “coach sentimental”… así por lo menos podré sacarle partido a esos ratos que les dedico a los hombres sí señor!! 😊
                                                                                                                 ¿qué os parece?

7

Amor online, Invierno, San Valentín


parte-i

¿Cómo empezar? Quizás con una canción…. A ver, a ver…. ¡Sí, la tengo!

La canción que mejor describiría lo que me pasó con, llamémosle, James Melenas, es esa de Rihanna “Not really sure how to feel about this”… Vamos, lo que en lenguaje llano del nuestro viene a ser “pero ¿¿¿qué coño ha pasado????

Os cuento para poneros en antecedentes… A ver… Conocí a James mientras hacía un curso en una escuela de negocios a la que él también iba pero para hacer un máster (eso ya me indicó que se trataba de un tío listo como él solo podía ser…😎)

En el momento en que nos cruzamos en medio de un caos de gente que estaba intentando llegar a su aula, algo en mí ya se quedó pillada en su mirada y, sobre todo, en su sonrisa… -aquí he de reconocer que se me cae la baba al recordar ese momento-, porque

¿sabéis de esa sonrisa brillante y perfecta que es capaz de fulminarte y tiene el efecto de dejarte con la boca abierta, y que pese a que eres consciente de que estás en esa pose absurda, no te es posible moverte (ni cerrar la boca)?😮

Bien, pues así me quedé yo – como diría Jesulín de Ubrique, en dos palabras, IM-PRESIONADA-. Fue como si el mundo se parase y ese gentío desapareciese de golpe para no existir nada más que él y yo….  Ainssssss qué bonito!!!!!!!!!!😍😍😍

Pero ayayay…. que James, al parecer, contaba ya con bastante experiencia en esto del arte de la seducción y era perfecto conocedor de lo que estaba pasando – ¡cómo para no reconocer que una chica con la que se había cruzado se había quedado embobada mirándolo boquiabierta y petrificada…😂😂😂

Y ahí estaba yo, tratando de recobrar la compostura e intentando dar órdenes a mi boca para que se cerrase so pena de morir asfixiada… Y, tras unos segundos que me parecieron horas, al final lo conseguí, ¡vaya si lo conseguí!, pero fue cuando mi Rose picarona empezó a decir

“Mira cómo te ha sonreído, te está comiendo con la mirada”


lanzate



Entonces me cargué de valor y le dije: Hola, ¿cuándo te viene bien que quedemos a tomar un café? A lo que él me respondió: Dame tu número de teléfono y te llamo para quedar…

Teniendo en cuenta que estábamos en una escuela de negocios, lo apropiado era entregarle una tarjeta de visita,

pero a mí lo que me apetecía era anotarle con rotulador permanente cada una de las nueve cifras que tiene mi número de móvil en alguna parte de su cuerpo… y, si me dejaba, le escribía hasta el prefijo internacional!!! Olé ahí!!!💃💃💃

Y así se quedó todo… El semestre iba pasando, las Navidades iban llegando y esa llamada nunca llegaba… Nuestras miradas se cruzaban en los pasillos cuando coincidíamos en los descansos entre clase y clase, y lo único que conseguía era una sonrisa suya acompañada de un “¡Hola! ¿Qué tal estás?” Y poco más…

Al cabo del tiempo me enteré de que estaba casado por segunda vez (pero no llevaba anillo, porque en ese detalle es en el primero que me fijo… Y tampoco tenía huella de habérselo quitado recientemente… 😉)

Otra cosa no, pero principios y reglas para con los hombres casados tengo unas cuantas… y la primera es la que mi amiga Marguerite siempre me recuerda:


corre-rose-corre

(la segunda es: Rose,


pero-que-haces-que-no-estas-corriendo



Así que ahí tuve mi primer fiasco… Fue como si una bocanada de aire gélido me golpease la boca con un ¡Zas en toda regla! tan fuerte que me pareció hasta que el suelo empezaba a temblar, o, al menos, esos quería yo, que se abriese el suelo y me tragase en ese mismo momento…

Y así quedó la cosa…

Hasta que un año más tarde estaba con mis amigas paseando y lo veo caminando por la acera de enfrente… Sin casi darme cuenta, me ví gritando su nombre en medio de todo el tráfico, como si un espíritu guerrero me hubiese poseído, y, dad por hecho que me oyó – igual que el resto de transeúntes que pasaban por nuestro lado en ese momento y que se pararon a mi alrededor creyendo que me estaba dando un ataque…😨😨😨

Y se volvió… Y, como no, sonrió… Me reconoció y me sonrió y, aunque era de noche, sus dientes empezaron a brillar de nuevo y su mirada a echar fuego de ese que quema… 😌 y volví a recordar lo que había sentido la primera vez que le conocí….

Fue como si el tiempo se parase en ese preciso momento, para mí y también para mis amigas… que se quedaron boquiabiertas ante la maravillosa sonrisa que surgía de un hombre esculturalmente guapo y que, pensaban, se dirigía a cada una de ellas directamente… (ahí descubrí que ese debía ser el efecto que causaba normalmente en todas las mujeres)

Pues bien, cruzó la calle y, esta vez con mirada asombrada, me comentó que se había estado acordando de mí todos esos meses que no nos habíamos visto y que, justo esa mañana había estado a punto de llamarme….

!menuda casualidad más maravillosa!! –me dijo-

Y yo, si hubiese sido helado, directamente me habría convertido en una taza de chocolate hirviendo, en ebullición..

Y me envió un mensaje por WhatsApp proponiéndome día y hora para quedar…. ¡siiiii!!!!!

En esos casos, cuando un hombre te ha pedido quedar, sigo los consejos de mis amigas Blanche y Marguerite, que me dicen


regla-numero-1-del-flirteo



Y así hice… Y como no quería que notase mi interés por él bajo ningún concepto, se me pasó un poco más del tiempo estimado… porque ahí estaba Rose, la dura más dura de todas las mujeres… ¡sí señor!!!

Mientras tanto, pude cotillear su foto de perfil de WhatsApp (aparecía él solo con una camisa blanca y morenísimo perdido… y solo ¿os lo he dicho?), pude ver si tenía cuenta de Facebook


mas-de-media-humanidad-moriremos



Y le respondí… Y al segundo de recibir el mensaje, me llamó directamente… Y me dijo

“Solamente quería preguntarte si te apetece tomar ese café hoy en vez de alargarlo más…»

Y yo me quedé sin palabras…

De mi garganta sólo salían sonidos irreconocibles que me hacían parecer una gallina clueca… Y él me preguntó: “¿Te pasa algo? ¿Estás afónica?”…


Y yo sólo quería decirle que “Sí, que nos veíamos hoy…” Pero mi Rose tímida brotó a la superficie cual flor en primavera… y ahí estuvo, haciéndose de notar durante unos segundos que me parecieron horas… Hasta que, al final, la Rose más valiente que llevo dentro consiguió nokearla y hacer que le fluyera la voz… Y fue así como pudimos quedar a una hora… él pasaba a recogerme… (¡menudo caballero! -pensé 😉-)

Continuará….

3

Invierno, Moda, San Valentín



Madre mía los cuentos de princesas el daño que han hecho en esto del amor, ¿no creéis?😣😣😣

Sin ir más lejos, ¿recordáis el caballero que me hizo el detalle ese del que os hablé en uno de mis posts (Esos detalles inesperados que te dejan sin habla, sin capacidad de reacción…) y que me tenía loca de contenta? Pues ahí se ha quedado todo de momento…😢😢😢

Y digo de momento porque yo todavía creo en que lo que pasaba en los cuentos de hadas que leía de pequeña, puede suceder en la realidad…😊

Y ahí me tenéis, con la esperanza de que ese hombre vuelva a sorprenderme con otro de esos detalles maravillosos que mi Rose romántica confía en que va a llegar pronto, y con la convicción de que durante todo este tiempo no ha mostrado más detalles porque está preparando “EL DETALLE” para San Valentín…- Sí, Rose, debe ser eso!!!!!! -💃💃💃💃💃

 

A punto de llegar San Valentín y aquí estoy, preparada con mi corona de princesa, esperando a que mi príncipe azul llegue

 

Que sí, que sí, estaréis conmigo en que los cuentos de princesas han hecho mucho daño a las mujeres de nuestra generación:

nos enseñaron a esperar la llegada de nuestro “príncipe azul”, ese atractivo y potentado caballero que nos iba a proteger y a querer como nunca nadie lo ha hecho jamás, y que con un simple beso, nos iba a hacer suyas…

 

A ver, a ver… que sé que estáis sonriendo en este preciso momento ¡soñadoras! 😉😉😉😉


Pues sí, esa idea es maravillosa porque nos lleva a soñar, pero en realidad, esos “príncipes azules” no suelen abundar  


treboles-de-cuatro-hojas  

Además, la vida no es un cuento de hadas:  

si se te escapa un zapato a medianoche es porque estás borracha o porque te has pegado un resbalón de Dios que te ampare…

 

Y nada de esperar a seguir corriendo como si no te hubieses dado cuenta de que te has quedado sin un zapato (y encima de tacón!!!)….😂😂😂😂😂😂



probarte-un-zapato

 


Hoy en día lo que se lleva es que seamos nosotras las que cortejemos al hombre, y eso no es tarea fácil porque la competencia entre las damiselas es feroz y, mientras comienza el cortejo, ese supuesto “príncipe azul” empieza a desteñir conforme te vas acercando a él al darte cuenta de que tú no eres la única damisela a la que sonríe y le hace carantoñas…

Eso por no contar la de veces que un supuesto príncipe azul, que luego ha resultado ser “pitufo”, te entra diciéndote:

 

Soy tu príncipe azul, pero voy de incógnito ahora, así que escucha el cuento que te voy a contar…

 

Porque otra cosa no, pero mira que ahí mi amiga Blanche suele tener la razón en esta materia… Siempre me está diciendo:

 

Rose, deja de creer en príncipes azules, que esos siempre vienen llenos de cuentos y van cambiando de color hasta llegar al verde fosforescente, momento en el que comienzas a volverte daltónica y momento en el que, medio cegata por el fosforescente del susodicho, seguro que pasa tu príncipe azul y no puedes ver que es azul… Aggggggggggg…..y requeteagggggg

 

¿No os ha pasado alguna vez que, conforme van pasando los días, ese príncipe apuesto va pasando a ser un chico con “encanto” para terminar en alguien que no tenía nada que ver con la idea inicial de detallista y caballeroso?

Y mira que he intentado de todo para conseguir encontrar a ese príncipe que se fjie en mí, hasta hacerme pasar por una damisela… pero esta búsqueda me tiene ya agotada….

Menos mal que ahí es cuando mi conciencia racional me recuerda que

 

para Rose Apelton “Rendirse no es una opción”


así que me he decidido por poner el siguiente anuncio:  


princesa-con-el-corazon-para-pocas



Aun así, ¿sigo siendo una ilusa por pensar que un día llegará a mí ese hombre que esté deseando cortejarme, enamorarme, porque sea yo la única mujer del mundo mundial con la que quiere pasar su vida hasta el fin de sus días?

Espero vuestras sugerencias, comentarios y experiencias!!!

4

Invierno, San Valentín



Como decía el otro día en un comentario nuestra amiga Blanche (Esos detalles inesperados que te dejan sin habla, sin capacidad de reacción…) se acerca el día de San Valentín, esa fecha tan temida para las solteras porque nos recuerda que no tenemos pareja con la que celebrar ese momento tan «supuestamente»especial y romántico…

Yo, hasta hace unos años, me deprimía bastante ver que llegaba ese día y que, por enésimo año, seguía sin pareja, sin nadie con quien poder disfrutarlo… Porque otra cosa no, pero


este-cupido-mio-tiene-mas-peligro-que



Porque en mis 40 años de vida, su puntería ha dejado mucho que desear, aunque, he de decir, que a mí me lleva el corazón acribillado a flechazos… pero, a día de hoy, desconozco hacia dónde han ido a parar las otras flechas que, se supone, envió como supuestas parejas mías… aggggg…


se-aceptan-donativos



Os hablaré de lo que me pasó para hablar así de Cupido en el especial que estoy preparando para compartir con vosotras el día 14 de febrero, porque,


como siga así,  yo a este angelito del amor se lo voy a explicar bien explicadito la próxima vez que me lo cruce… ¡¡Sí señor!!


Pero, Rose, céntrate en lo que quieres contar hoy…. que te enciendes y pierdes el sentido….


Al grano:

Esa percepción de día súper romántico y especialmente diseñado para estar con tu pareja empezó a cambiar cuando comencé a darme cuenta de que la mayoría de hombres sienten ese día como una obligación, como si, tener que preparar una sorpresa, tener que ir a elegir un regalo, pensar en algo romántico…. supusiese contagiarse de una terrible enfermedad que les lleva hasta un estado de shock… y pensé,

Rose, mejor estar sola que al lado de un hombre que vive esos momentos cual pesadilla, con sudores fríos y mal humor… y debe ser que me lo tomé tan en serio que años después, sigo soltera y sin pareja para esta fecha otra vez…

O quizás es que ese hombre que viene a estar conmigo y quiere sorprenderme, aunque sea en San Valentín, ha cogido una rotonda y no acaba de salir de ella.


Y es que el 14 de febrero es un día o muy amado, o muy odiado… No hay términos medios….

Entre las excusas de los que se niegan a celebrarlo, hay chicos que piensan que es muy comercial… Hay otros que dicen: “El amor se demuestra todos los días…”… Y, lo que es peor, las chicas nos mimetizamos con ellos y acabamos cediendo en el intento de celebrarlo… usando sus mismas excusas…

Y digo yo “Qué más da que sea un día “comercial”?

Precisamente porque las tiendas y las páginas web se llenan de maravillosas ideas, es cuando los chicos deberían aprovechar para sorprendernos con uno de Esos detalles inesperados que te dejan sin habla, sin capacidad de reacción


Y sí, también estoy de acuerdo con esos que dicen que “El amor se demuestra todos los días”..

Y, pienso, pues también el 14 de febrero es uno de esos días; así que, fuera excusas y saca todas tus armas seductoras y románticas para decirle que todavía piensas en ella y le has dedicado parte de tu tiempo en preparar esa  demostración de amor especial…

Me encantaría saber de qué tienen miedos los hombres realmente cuando se trata de exhibir su romanticismo delante de su chica…


Y también me encantaría entender por qué las mujeres nos conformamos con seguir la corriente a los hombres cuando ponen este tipo de excusas para no hacernos regalos ni dedicarnos un detalle “especial” en un día señalado…

Así que todas aquellas que podáis celebrar San Valentín con vuestra pareja, os animo a hacerlo…

Y a aquellas que, como yo, no tengáis pareja con quien celebrarlo, aprovechad para pasar un día especial con vuestro grupo de amigas, que no se diga que no somos capaces de disfrutar de un día “comercialmente romántico”…


a-celebrar-san-valentin-se-ha-dicho


Recordad que el día 14 de febrero habrá una publicación especial donde os contaré qué pasó con mi último flechazo fallido….


¿Os parece si compartimos fotos de esa celebración en la página de Rose Apelton de Facebook (@ByRoseApelton), de Instagram (@roseapelton) o de Twitter (@roseapelton), para demostrar al mundo que nosotras, sí sabemos disfrutar de esos días especiales?

Espero vuestros comentarios, sugerencias y fotos 😉😉😉

 

1


Ubuntu comunicacin